Río de Janeiro, 19 jul (EFE).- Brasil recibirá 20.500 millones de reales (unos 4.270 millones de dólares) en inversiones en exploración en petróleo y gas entre 2023 y 2027 pese a que el Gobierno pretende anunciar este mismo año un proceso de transición energética destinado a reducir las emisiones de gases contaminantes.
El aumento de las inversiones previstas para los próximos cinco años en proyectos de exploración en el país fue anunciado este miércoles por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) con base en los proyectos que las empresas concesionarias le comunican al regulador.
De la inversión prevista para el quinquenio, un 94 % (19.500 millones de reales o 4.062,5 millones de dólares) está destinado a la perforación de nuevos pozos, principalmente en nuevas fronteras.
Poco más de la mitad de toda la inversión (11.000 millones de reales o 2.292 millones de dólares) está destinada al llamado Margen Ecuatorial, un área en aguas muy profundas en el océano Atlántico ubicado frente a la desembocadura del río Amazonas que, según cálculos oficiales, puede contar con reservas de 10.000 millones de barriles.
Pese al gran interés generado por esta área, las autoridades le negaron este año la licencia ambiental solicitada por la petrolera estatal Petrobras para perforar un pozo en el Margen Ecuatorial.
El Instituto de Medio Ambiente alegó que se trata de un área muy sensible y vulnerable por su rica diversidad biológica y por la existencia de una importante y delicada cadena de arrecifes frente a la desembocadura del Amazonas.
Petrobras, que presentará una nueva solicitud de licencia ambiental y cuenta con el respaldo incluso del Ministerio de Minas y Energía, tiene previsto invertir 3.000 millones de dólares, el 49 % de los recursos destinados a actividades exploratorias hasta 2027, en la perforación de 16 pozos en la región.
Y no es la única empresa con concesiones en el Margen Ecuatorial.
Según la ANP, de las 295 contratos de Brasil con concesionarias en vigor en diciembre de 2022 (por encima de los 238 de 2021), 138 son para proyectos de explotación en aguas profundas, de las cuales 41 en el Margen Ecuatorial.
Además de las restricciones ambientales, la exploración del Margen Ecuatorial también enfrenta resistencia entre los responsables por las áreas de cambios climáticos del Gobierno, que consideran que Brasil tiene que iniciar de inmediato un proceso de transición energética y dejar de invertir en hidrocarburos.
El propio presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este martes en Bruselas, en donde acudió a la Cumbre entre la UE y la Celac, que su Gobierno presentará en agosto próximo un proyecto de transición energética y ecológica con el objetivo de atraer inversiones en economía verde en el país.
Los directores de la ANP, por el contrario, aprovecharon un evento de este miércoles para defender que Brasil aproveche hasta último momento sus ricos recursos petroleros y que autorice la explotación del Margen Ecuatorial.
«A partir de la previsión de inversiones, el mercado muestra que está interesado en explorar en las nuevas fronteras en Brasil. En 2021 fueron perforados 22 pozos exploratorios, el año pasado 23 y la previsión es que sean perforados 32 en 2023 y otros 36 en 2024», afirmó el coordinador de Regulación de la Superintendencia de Exploración de la ANP, Edson Montez.
«Hay un gran potencial inexplorado en el Margen Ecuatorial con áreas análogas a las descubiertas en Guayana, Surinam y el este de África, y por eso tenemos que avanzar en la discusión de su exploración y explotación», aseguró, por su parte, el director general de la ANP, Rodolfo Saboia.
El director admitió que el proceso de transición energética, factores geopolíticos y la volatilidad del mercado influye en las decisiones de inversiones y reduce el apetito de las petroleras por las áreas de riesgo.
«Pero, pese a que la descarbonización es necesaria, el mundo aún demandará hidrocarburos por mucho tiempo. Entonces, que sean nuestros recursos los últimos a ser explotados», dijo.
Carlos A. Moreno
