Río de Janeiro, 15 jun (EFE).- El Banco Central de Brasil elevó este miércoles la tasa básica de interés en 0,5 puntos porcentuales hasta el 13,25 % anual, su nivel más alto de los últimos seis años, en un intento de frenar la inflación, que se ubica en el 11,73 %, encima del doble de la meta establecida por el Emisor para este año.
Pese a que la subida de los tipos en esta oportunidad fue menor a la que se venía aprobando en las últimas reuniones, la actual tasa básica de interés es la más alta del país en seis años, desde el 13,75 % anual que Brasil registró en diciembre de 2016.
En la décimo primera elevación consecutiva de los tipos, el Comité de Política Económica del Banco Central (Copom) volvió a desacelerar la elevación gradual del costo del dinero, que venía aumentando en un punto porcentual desde febrero, luego de impulsar incrementos de 1,5 puntos porcentuales desde octubre de 2021.
«El entorno externo continuó deteriorándose, marcado por revisiones negativas del crecimiento global prospectivo en un entorno de fuertes y persistentes presiones inflacionarias», señaló el Copom en un comunicado al justificar su decisión.
«El endurecimiento de las condiciones financieras, motivado por la repreciación de la política monetaria en los países avanzados, así como por el aumento de la aversión al riesgo, eleva la incertidumbre y genera volatilidad adicional, particularmente en los países emergentes», agregó el organismo.
El aumento del costo del dinero busca frenar la subida de los precios, que, pese a retroceder del 12,13 % interanual en abril al 11,73 % en mayo, continúa en uno de sus mayores niveles de los últimos 18 años, y muy por encima de la meta fijada por el Emisor.
Para este año, el Banco Central se impuso una meta de inflación del 3,50 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, con lo que el techo se ubica en el 5 %.
Los cálculos de inflación no son muy alentadores para 2022 por la coyuntura que se vive en el mundo debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Los economistas prevén que Brasil terminará el año con una inflación del 8,5 %, que si bien es inferior a la de 2021 (10,06 %), casi que doblará la meta aspirada por el Banco Central por segundo año consecutivo.
El Gobierno, por su parte, se ha mostrado un poco más optimista y, según las proyecciones divulgadas en mayo, espera que el país cierre 2022 con una tasa de inflación del 7,9 %.
El alza de los precios en Brasil, así como en el encarecimiento del dinero, traerán, consecuentemente, un menor ritmo de crecimiento económico para el país en este 2022, que se calcula que será de entre un 1,2 % y 1,5 % al finalizar el año.
En 2021, la economía de la potencia suramericana creció un 4,6 %, su mayor subida en la última década y que compensó la histórica caída que el PIB sufrió en 2020 por los efectos de la covid-19.
Según el comunicado divulgado por el Copom, con base en las expectativas del mercado para la inflación, los tipos en Brasil volverán a tener un ajuste agosto «de igual o menor magnitud».
«Este escenario asume una trayectoria de interés que finaliza 2022 en 13,25 % anual y se reduce a 10,0 % en 2023 y a 7,50% en 2024», señala el documento.
