Río de Janeiro, 6 abr (EFE).- La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) realizó con éxito este miércoles los vuelos inaugurales de los dos primeros cazas de combate Gripen operativos de 36 que le encomendó al fabricante sueco SAAB para modernizar su flota aérea.
«Los cazas F-39E Gripen de la FAB despegaron a las 15.08 hora local (18.08 GMT) de la ciudad de Navegantes y ya se encuentran en el Centro de Ensayos de Vuelo de Gripen en la ciudad de Gaviao Peixoto», informó la Aeronáutica en sus redes sociales.
Brasil ya había recibido en septiembre de 2020 uno de los cazas Gripen, pero se trataba de un prototipo que la SAAB ofreció para vuelos de prueba y entrenamientos.
Los dos aparatos que hicieron sus vuelos inaugurales este miércoles son los primeros operativos y serán incorporados a la flota de la FAB en la base de Anápolis, próxima a Brasilia, para tareas rutinarias.
SAAB informó en un comunicado que estos dos nuevos aviones, producidos ya en serie, llegaron en navío el pasado viernes al puerto de Navegantes, en el sureño estado de Santa Catarina, y volaron inicialmente 560 kilómetros hasta la base que el fabricante brasileño de aviones Embraer -socio en el proyecto- tiene en Gaviao Peixoto, ciudad en el interior del estado de Sao Paulo.
«Los vuelos inaugurales, con duración de unos 50 minutos y que ocurrieron conforme lo planeado, fueron conducidos por dos pilotos brasileños de la FAB que realizaron sus entrenamientos en Suecia», aseguró el fabricante.
Según SAAB, ambos cazas permanecerán en Gaviao Peixoto hasta que se les otorgue el Certificado de Tipo Militar, tras lo cual serán transferidos a Anápolis y entregados definitivamente a la FAB.
El comandante de la FAB, brigadier del aire Carlos de Almeida Baptista Junior, celebró la llegada de los primeros cazas Gripen operativos, que calificó como un hito para la defensa del espacio aéreo brasileño.
«Su llegada es el resultado de un proyecto que buscó incrementar nuestras capacidades disuasorias, pero también estimular el desarrollo industrial de Brasil», afirmó.
Los Gripen adquiridos constituyen una nueva versión del cazabombardero Gripen de SAAB y fueron desarrollados en conjunto por ingenieros de la empresa sueca y Embraer.
Brasil encomendó 36 aeronaves de combate, de ellas 28 monoplazas y 8 biplazas, en un contrato por 5.400 millones de dólares suscrito en 2013, tras una licitación en la que también compitieron los Rafale de la empresa francesa Dassault y los FA-18 Súper Hornet de la estadounidense Boeing.
Tras un primer lote de aviones fabricados en Suecia, la producción será trasladada a las plantas en Brasil de Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y el principal beneficiario del acuerdo de transferencia de tecnología que SAAB firmó con el Gobierno brasileño.
El último lote de 15 unidades será totalmente fabricado en la planta de Embraer en Gaviao Peixoto.
La SAAB planea utilizar su acuerdo con Embraer como una plataforma de exportación para producir cazas en Brasil y venderlos a otros países latinoamericanos y entre los primeros interesados figura Colombia.