Buenos Aires, 24 jul (EFE).- El G6, el grupo que reúne a seis influyentes cámaras empresarias argentinas, avaló este viernes la nueva oferta que presentó el Ejecutivo de Alberto Fernández para reestructurar la deuda externa porque representa «una alternativa que mejora la situación objetiva de ambas partes».
Las entidades empresarias subrayaron en un comunicado que la propuesta, cuyo plazo de adhesión vence el 4 de agosto, «compatibiliza las posibilidades de crecimiento con el cumplimiento de las obligaciones contraídas, además de reducir las erogaciones futuras».
El G6 destacó la voluntad tanto de pago como de despejar las incertidumbres del horizonte financiero por parte del Gobierno argentino e hizo un fuerte llamado a los tenedores de deuda a colaborar.
«Ahora, se requiere que los acreedores externos cooperen con un esfuerzo final para concretar la reestructuración consensuada. De tal forma que constituya en un avance para dos prioridades convergentes: el desarrollo integral de Argentina y la garantía de que el país va a honrar sus compromisos», concluye el comunicado.
El G6 está integrado por la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Luego de intensas negociaciones desde la primera propuesta presentada en abril por el Gobierno argentino para reestructurar bonos emitidos bajo legislación extranjera por 66.238 millones de dólares, el Ejecutivo emitió a principios de mes una oferta mejorada que vencerá el 4 de agosto y acerca posiciones con los acreedores, entre ellos poderosos fondos de inversión.
La primera oferta fue valorada en 40 dólares por cada 100 dólares de deuda a canjear, mientras que la última propuesta fue valorada en 53,5 dólares, más cerca de las aspiraciones de los tres principales grupos de acreedores.
Estos tres comités de acreedores, que aseguran tener un tercio de los títulos a reestructurar, lo suficiente como para bloquear cualquier intento de canje, por primera vez se alinearon, acordaron rechazar la propuesta argentina y presentaron el pasado lunes una contraoferta conjunta, pero el Gobierno insistió en que Argentina no puede ofrecer más de lo ya concedido y los analistas coinciden en que un acuerdo podría estar cerca.
«Confío en que los acreedores entiendan que es el último esfuerzo que podemos hacer», declaró Fernández esta semana ante el Consejo de las Américas e instó a los bonistas a que «ayuden a la Argentina a salir de esta postración».