Sao Paulo, 14 mar (EFE).- Los camioneros de Brasil recurrieron este lunes ante la Justicia para suspender la política de precios de la petrolera estatal Petrobras, que establece el valor del combustible con base en el mercado internacional y el dólar, tras la fuerte alza del precio de los combustibles.
Con base a dicha política, adoptada en 2016, Petrobras, la mayor empresa de Brasil, anunció la semana pasada un aumento del 18,8 % en los precios de la gasolina y de cerca del 25 % en el precio del diesel.
La Asociación Brasileña de Conductores de Vehículos Automotores (Abrava) criticó duramente dicha medida y denunció que cada aumento del precio de los combustibles determinado por Petrobras «estrangula a los brasileños, pues la consecuencia directa es un aumento de los precios de los alimentos, de los medicamentos…».
«No estamos en contra de que Petrobras tenga beneficio, lo que no aceptamos es que tenga un beneficio de 1400 % en detrimento del sufrimiento de los brasileños y principalmente de aquellos que trabajan con el transporte», resaltó la Abrava.
Petrobras obtuvo en 2021 un beneficio neto récord de 19.875 millones de dólares, el mayor en su historia, gracias al aumento de los precios del crudo y la elevación de las ventas de combustibles.
En su recurso, Abrava argumentó que la sociedad es «rehén» del mercado internacional, «al pagar más de 105 dólares (precio actual) por barril de petróleo, mientras el coste de producción de Petrobras es de aproximadamente 20 dólares».
Por el momento, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro ha intentado reducir el precio de la gasolina mediante rebajas tributarias que se discuten en el Parlamento, pero ha adelantado que no interferirá en el mercado.
Como consecuencia de la escalada de los combustibles y su impacto en la inflación, que comenzó mucho antes de que estallase la guerra en Ucrania, el Banco Central de Brasil ha promovido un proceso de aumento de las tasas básicas de interés, que han llegado al 10,75 % anual, su mayor nivel desde abril de 2017.
El fuerte alza del precio de los combustibles fue el desencadenante de una huelga de camioneros que en 2018 paralizó Brasil, provocando desabastecimiento en gran parte del país.
Desde entonces, el sector ha amenazado en diversas ocasiones con un nuevo paro general.