Quito, 14 dic (EFE).- El aspirante correísta a las elecciones de 2021 en Ecuador, Andrés Arauz, propuso este lunes una inyección de miles de millones de dólares para reactivar la economía de su país a través de bonos y créditos con los que despertar el consumo y crear puestos de trabajo.
En una comparecencia con decenas de activistas a las afueras de Quito, Arauz presentó el que será su programa económico de gobierno si gana las elecciones de febrero, plan de trabajo que consta de varios ejes destinados a sacar al país de la crisis en la que se encuentra.
Y resumió que los recursos provendrán de un mejor manejo de la deuda externa (que actualmente supera los 60.000 millones de dólares), de la optimización de la recaudación tributaria y de la repatriación de capitales.
El candidato, que cuenta con el respaldo del expresidente Rafael Correa (2007-2017), aseguró que centrará su administración en dar «trabajo, futuro y dignidad» al pueblo después de la gestión del actual mandatario, Lenín Moreno, al que acusó de servir presuntamente los intereses de los más pudientes y grupos empresariales.
MIL DÓLARES PARA UN MILLÓN DE FAMILIAS
Como primera estrategia de choque para recuperar la «economía familiar», Arauz ofreció «dar mil dólares a un millón de familias ecuatorianas en la primera semana» de su Gobierno, en lo que considera sería «no una dádiva» sino una «reparación como Estado por el abandono que se sufrió durante esta pandemia».
Con este impulso «vamos a poner dinero en los bolsillos de las familias ecuatorianas para que las madres de familia puedan encargarse de generar empleo en la tienda del vecino, en el mercado de la comunidad», dijo.
Asimismo, con una «mejor coordinación» entre el Banco Central y el Ministerio de Finanzas que propiciará el pago de las deudas que tiene el Estado, principalmente, con los «cientos de miles» de emprendedores y con los gobiernos locales.
Para esos gobiernos pretende abrir una línea de crédito de 3.000 millones de dólares para obra pública, vialidad urbana, rural, agua, saneamiento y riego, entre otros, comentó.
APOYO A LAS EMPRESAS
La «magnitud de la pandemia ha sido enorme, la magnitud de la negligencia con la que nos ha tratado este Gobierno ha sido enorme y tenemos que también recuperar el trabajo en el ámbito privado», señaló.
Y añadió que se debe facilitar las condiciones de financiación «para que las empresas que la están pasando mal puedan sobrellevar el bache y, por otro lado, las que ya están en proceso de recuperación, puedan ampliar sus capacidades productivas y contratar a más gente».
Por ello, anunció que pondrán una línea de crédito de 3.000 millones de dólares del Banco Central a través, principalmente de las cooperativas de ahorro y crédito, para que generen financiamiento, «crédito oportuno, ágil, crédito para los emprendedores del ámbito productivo y privado de nuestro país».
«La meta es 144.000 empleos a partir de la colocación del crédito a través del Banco Central, del sistema público y el sistema cooperativo de ahorro y crédito de Ecuador», especificó.
En cuanto a la estabilidad laboral, mencionó que con sus distintas iniciativas pretende crear «800.000 puestos de trabajo entre los primeros tres años de nuestro Gobierno».
ELECCIONES EN FEBRERO
El costo total de sus iniciativas pueden superar los 8.000 millones de dólares, un dinero que en las actuales circunstancias -en las que Ecuador ha tenido que solicitar este 2020 asistencia urgente a organismos multilaterales- no está a priori disponible.
Pero Arauz asegura que en el país no faltan los recursos sino «las prioridades», e instó entre otras medidas a cerrar la «brecha de evasión tributaria» con una política que no permita la evasión ni perdone impuestos a los más ricos.
Además, apelará a los recursos «que se fueron durante el Gobierno de (Lenín) Moreno».
«Sólo el Banco Central, el Estado ecuatoriano, tiene 5.300 millones de dólares. Es una gran cantidad de dinero, y los vamos a repatriar, no todo, pero lo suficiente» para invertirlo en Ecuador y generar trabajo, adelantó.
El candidato del correísmo, que la semana pasada vio validada su candidatura, hace parte de uno de los dieciséis binomios aprobados hasta ahora que competirán por la presidencia y vicepresidencia del país el próximo 7 de enero, en unas elecciones a las que no concurre el actual gobernante Moreno.