Miami, 3 ago (EFE).- Carnival Corporation, la mayor compañía de cruceros del mundo, encargó a las empresas turcas Ege Celik y Simsekler el desmantelamiento y reciclaje «responsable» de dos barcos que van a ser retirados de su flota, el Carnival Fantasy y el Carnival Inspiration
Carnival informó este lunes en un comunicado de esta decisión, tomada por recomendación de la organización no gubernamental Bellona Foundation y los expertos en reciclado de barcos Sea2Cradle, con los que trabaja en temas de protección del medio ambiente.
Ege Celik y Simsekler están certificados por la Convención de Honk Kong para un Reciclaje de Barcos Seguro y Conveniente desde el punto de vista del Medio Ambiente y cumplen con las regulaciones y acuerdos internacionales sobre la materia en cuestión.
La decisión anunciada este lunes forma parte de la estrategia de Carnival de cara a una futura reanudación paulatina de los cruceros turísticos, que están suspendidos en EE.UU. por la pandemia de COVID-19, y de su compromiso con hacer este sector turístico sustentable desde el punto de vista del medioambiente, según el comunicado.
Bill Burke, oficial marítimo jefe de Carnival Corporation, dijo que la «protección medioambiental y la salud, el bienestar y la seguridad de nuestros huéspedes, las comunidades que visitamos y la tripulación» de los cruceros es la máxima responsabilidad y prioridad de la compañía.
Ese compromiso, agregó, es extensivo a los barcos de Carnival, desde el momento en que son incorporados a la flota hasta que quedan fuera de servicio.
Las compañías turcas harán un plan de reciclaje para cada uno de los dos barcos, incluyendo un inventario de todos los materiales peligrosos o regulados y de las tareas que se realizarán para retirarlos y procesarlos de manera segura y amigable para el medio ambiente.
Una vez retirados y procesados esos materiales, comenzará el desmantelamiento de cada barco.
DIFÍCIL SITUACIÓN ECONÓMICA
La maquinaría, los equipos electrónicos, el cristal, la madera y otros materiales reciclables se usarán en la dotación de nuevos barcos o como piezas de repuesto para otros, lo mismo que el acero y otros componentes metálicos que puede ser refundidos.
El pasado 16 de julio las autoridades sanitarias de Estados Unidos ampliaron hasta el próximo 30 de septiembre la suspensión de las operaciones de cruceros desde puertos del país debido a la pandemia de la COVID-19, que ha puesto en una difícil situación económica a estas empresas .
La restricción de los cruceros, que tienen paralizadas sus operaciones desde marzo pasado debido al nuevo coronavirus, vencía el pasado 24 de julio, pero fue ampliada por segunda vez ante la explosión de casos en el país.
En junio pasado, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) anunció que sus empresas asociadas dedicadas a los viajes oceánicos acordaron voluntariamente extender la suspensión de sus operaciones desde puertos estadounidenses hasta el 15 de septiembre debido a la COVID-19, plazo que tendrán que ampliar de nuevo.
Según CLIA, la prolongación de la suspensión «más allá del tiempo apropiado» podría resultar en pérdidas diarias por 92 millones de dólares y de más de 620 empleos en Estados Unidos.
Detalló que las pérdidas podrían aumentar a 51.000 millones de dólares y 343.000 empleos (173.000 directos) en Estados Unidos si la prohibición se mantiene vigente un año.
