México, 18 ene (EFE).- Tras un fuerte pulso entre el Gobierno y la iniciativa privada, la Ciudad de México reabrió parcialmente este lunes algunos comercios como los restaurantes, aunque la pandemia continúa desatada con cifras récord de casos de covid-19 y los hospitales prácticamente llenos.
«Estamos dando todas las facilidades para que se pueda potenciar esta reactivación sin arriesgar, reactivar sin arriesgar», consideró este lunes la alcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum, tras autorizar una apertura frente a la que se había mostrado reacia en las últimas semanas.
Sheinbaum, en su conferencia diaria, recordó que los restaurantes solo pueden abrir «si lo hacen en la banqueta (acera) y con ciertas orientaciones», ya que el servicio en el interior sigue prohibido.
RESTAURANTES ABIERTOS
Pese a las restricciones, la hostelería consiguió abrir tras una semana de protestas por la ampliación del cierre de las actividades no esenciales impuesto el pasado 19 de diciembre para frenar los contagios, que hasta el momento siguen desatadas.
La capital es el principal foco rojo de la pandemia en México al acumular 407.254 casos y 25.002 decesos, mientras el país contabiliza 1,64 millones de infectados y casi 141.000 fallecidos.
«Me parece muy bien, siempre y cuando como personas respetemos los límites de sanidad y las reglas que nos imponen. Mientras todo eso se cumpla, por mí no hay problema, porque necesitamos el trabajo, necesitamos trabajar», expresó Ángel David, un cliente, sobre la reapertura de los restaurantes.
Ángel David, enfermero de profesión, no tuvo temor de acudir a un restaurante del centro histórico de Ciudad de México junto a su novia en el primer día de reapertura porque «muchas personas dependen de eso: restauranteros, cocineros y sobre todo los meseros que son los que viven al día con las propinas».
«Para nosotros en Ciudad de México que abran los restaurantes es un aliciente y una motivación de que esto va pasando. Y es la forma de apoyar a los que no tengan trabajo fijo», indicó.
El centro histórico, tradicional punto de aglomeraciones, permanece con la mayoría de sus calles cerradas o restringidas al tránsito unidireccional, pero este lunes las terrazas le dieron un poco más de vida.
«Me va a regresar el alma al cuerpo. Siempre es bueno estar en contacto con la gente y ver a la gente», celebró Norberto Juárez frente a las mesas de un local del emblemático centro.
Norbertó aseveró sentirse «seguro» de ir a un restaurante que cumpla con las restricciones decretadas en esta reapertura, que calificó como «una medida atinada».
«Depende de nosotros, que queramos guardar la distancia. Ya están haciendo su parte los restaurantes, faltaría que nosotros sigamos con esa mecánica», manifestó.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) celebró la reapertura, aunque en un texto enviado a sus agremiados expresó la intención de «seguir presionando» para mejorar las condiciones de operación mientras el semáforo epidemiológico siga en rojo, es decir, con riesgo máximo de contagio.
Según las cifras de la asociación, el cierre de diciembre puso ante la posibilidad de quebrar a 8 de cada 10 restaurantes, además de haber supuesto 48.554 millones de pesos (unos 2.427 millones de dólares) de pérdidas en el sector hasta el 10 de enero.
«La verdad es que fueron situaciones muy críticas, sí nos afectó bastante. Y ahorita reabrir va a ser una gran oportunidad para que la gente pueda salir con las medidas que se requieren», ratificó Édgar Hernández, mesero en una cadena de hamburguesas.
Hernández dijo que no temió en exceso por su puesto de trabajo, pero aceptó que su establecimiento «sufrió bastante la contingencia».
HOSPITALES EN APUROS
Mientras la reactivación de la economía avanza de manera bastante cautelosa en la capital, con los supermercados sin restricciones de horario y los gimnasios de vuelta a la actividad, los hospitales siguen al borde de la saturación.
Después de superar el 90 % de ocupación hospitalaria durante varias jornadas la pasada semana, Ciudad de México inició este lunes con un 86 % de sus camas ocupadas.
En las últimas 24 horas, la capital acumuló 3.753 casos nuevos de covid-19 y 135 fallecidos, mientras casi 42.000 personas siguen con el virus activo en su organismo.
Uno de ellos es el esposo de Érika García, ingresado en un estado «muy delicado» en el hospital La Raza, en el norte de la ciudad.
«Todavía hay mucha gente irresponsable. En mi caso, mis suegros y nosotros nos cuidábamos porque mi hijo es un paciente transplantado. Mis suegros desafortunadamente fallecieron. Una de sus nietas que no se cuidaba y que no creía (en la pandemia) fue la que los contagió. Ya de ahí se extendió el contagio», relató.
Pese a lo complicado de su situación, con su hija también enferma de coronavirus en casa, Érika señaló que «el Gobierno hace lo que puede».
A su lado, Yadira Carranza, madre de otro paciente con covid, aseguró que el hospital de La Raza, uno de los más importantes de la capital, «ya está al tope, ya está saturado».
«Estamos aquí luchando enfermeras, doctores y nosotros (familiares)», concluyó.