La Paz, 5 oct (EFE).- Los productores bolivianos de hoja de coca contrarios a un dirigente que señalan como afín al Gobierno de Luis Arce conformaron este martes un comité para llamar a nuevas elecciones de su sindicato tras haber retomado su sede y el mercado legal para la venta de la planta en La Paz.
Los cocaleros que en la víspera retomaron la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, que estaba en manos de una facción afín al Gobierno y bajo custodia policial, se reunieron para escoger a sus delegados que organizarán un proceso para elegir a sus nuevos dirigentes.
Maycol Reyes preside ese comité que deberá convocar a elecciones en un plazo que no exceda los 30 días, según las normas internas de la entidad.
En la multitudinaria asamblea celebrada en las calles aledañas a la sede cocalera participó el dirigente Armin Lluta, quien anunció que dejaba la presidencia «por la unidad» de la institución.
«Armin Lluta no les ha traicionado, no se ha robado plata (…) Me voy, vuelvo a ustedes, voy a seguir con ustedes luchando desde las bases», sostuvo Lluta entre lágrimas.
El dirigente agradeció a quienes le apoyaron y demandó al Gobierno que «nunca más se meta» con Adepcoca.
Las diferencias entre los cocaleros de Los Yungas por las afinidades con el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) datan de 2019, cuando una facción eligió a Elena Flores, quien fue avalada por ese partido.
Un año después otro bloque eligió a Lluta como su máximo representante desconociendo a Flores, quien logró un fallo judicial favorable a su presidencia.
En medio de esa disputa, los cocaleros convocaron a elecciones este año y aunque el proceso fue cuestionado y estuvo lleno de incidentes, del mismo emergieron dos presidentes, Fernando Calle y Arnold Alanez, ambos identificados como afines al MAS.
Alanez tomó control de la sede y el mercado el 21 de septiembre con ayuda de la Policía y si bien niega tener aval gubernamental, ese mismo día dos ministros reconocieron su dirigencia y le expresaron su apoyo públicamente.
Esto generó el rechazo de los sectores cocaleros que aseguran que el Ejecutivo debería mantenerse al margen de un asunto de una institución privada.
Tras quince días de protestas y enfrentamientos entre la Policía y los sectores contrarios a Alanez, el lunes miles de cocaleros hicieron retroceder a los agentes y retomaron el control de la sede.
Alanez insiste en que es presidente de Adepcoca, acusa a la oposición de supuestamente financiar la movilización de quienes rechazan su dirigencia y ha asegurado que construirá un nuevo mercado de la coca con apoyo del Gobierno.
El mercado de Adepcoca en La Paz y el de Sacaba en Cochabamba son los dos únicos reconocidos por la ley que rige el comercio de la hoja de coca, que en Bolivia tiene usos tradicionales y medicinales, pero una parte también se desvía al narcotráfico para la producción de cocaína.