Ciudad de México, 15 sep (EFE).-Integrantes del colectivo “Hasta Encontrarte”, dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas en México, escalaron uno de los monumentos del sur de la capital mexicana para desplegar una manta de más de 100 metros con su rechazo a la militarización del país latinoamericano.
Para este suceso, el colectivo de búsqueda del céntrico estado de Guanajuato se instaló en la “Estela de Luz” desde el miércoles pasado, luego de que el Congreso mexicano aprobara cambios a la Constitución mexicana que permiten la participación de la Guardia Nacional, con mando militar y fuera de los cuarteles, hasta el 2028, una extensión de cuatro años.
“La escalada por la paz es reflejo de nuestra resistencia contra quienes decidieron violar la constitución y no escuchar a las víctimas”, manifestó Hasta Encontrarte en Twitter.
El colectivo reunió a cerca de 100 mujeres en el monumento inaugurado en 2012 por el expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012) por motivo del bicentenario del inicio del movimiento de independencia en México en 1810.
Las integrantes, madres de personas desaparecidas en su mayoría, detallaron que la manta mide cuatro metros de alto por 100 metros de ancho, con un peso de 80 kilogramos, al tiempo que mostraron su hartazgo ante la ola de violencia que sufre el país y específicamente en Guanajuato, en medio de los festejos patrios por la independencia mexicana.
“A nuestras compañeras que están poniendo el corazón en colocarla, gracias infinitas. No nos imaginábamos el desafío y aquí seguimos. No nos rendimos. Hasta que la dignidad se haga costumbre”, expresó en redes sociales el colectivo.
“La escalada por la paz” se realizó por dos mujeres, quienes ascendieron más de 100 metros de altura de la “Estela de Luz”, mientras sus compañeras mantenían cercado los alrededores del monumento cercano al Bosque de Chapultepec, sobre una de las principales y más concurridas avenidas de la Ciudad de México, Paseo de la Reforma.
La Guardia Nacional entró oficialmente en operaciones civiles dependiendo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana el 30 de junio de 2019 y desde agosto pasado se adscribió a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada del Ejército mexicano.
Por la mañana, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, defendió la aprobación en el Senado de la reforma que pasa al Ejército el control de la Guardia Nacional, un cuerpo que él creó con la promesa de mantenerlo civil. La actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad ha causado polémica en México por afrontar acusaciones de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y uso desproporcionado de la fuerza.
Incluso, diversas organizaciones nacionales e internacionales como la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos mostró su preocupación por la decisión de ceder el control de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas mexicanas, lo que supone de facto su militarización.