Ciudad de México, 7 ago (EFE).- La economía de México creció a un ritmo sorpresivo en la primera mitad de 2023, mejorando las proyecciones sobre el producto interno bruto (PIB) mexicano para 2023 hasta alinearse con las estimaciones oficiales, mientras la relocalización de empresas al país o “nearshoring” impulsa la perspectiva favorable de los analistas privados.
Entre otros factores, la mejora en la óptica de la economía mexicana también se debe a una economía estadounidense más saludable, alejando la posibilidad de una recesión y sus impactos en México, al ser su principal socio comercial, lo que es un factor favorable para las exportaciones y remesas históricas hacia el país mes a mes.
También se destaca la inversión en proyectos de infraestructura por el Gobierno mexicano que hacen ahora visible los beneficios en la construcción y el gasto público, principalmente en el sur del país, como la refinería Olmeca, en Tabasco; el Tren Maya, en la Península de Yucatán y el Aeropuerto de Tulum, en Quintana Roo, entre otras obras consideradas como “prioritarias”.
De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el PIB de México se incrementó un 3,6 % en los primeros seis meses del año, mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha estimado un piso de crecimiento anual de 2,3 % en 2023.
Para el Bank of America Secutrities (Bofa) esta cifra sorprendió al mercado al presentar la dinámica más favorable del grupo económico de los 20 (G20), sin contar a China, India e Indonesia.
Esto hizo que el organismo elevara a 3,2 % su pronóstico para la economía mexicana al concluir el año, desde un 2,3 % previo, al considerar que «México ha tenido una buena racha hasta ahora».
«La actividad económica de México ha crecido 3,5 % o más durante cuatro trimestres consecutivos, muy por encima de su tasa de crecimiento promedio de 2,5 %”, agregó.
Aparte, la encuesta mensual de julio del Banco de México, señala que los especialistas del sector privado elevaron a 2,6 % la estimación de crecimiento para el país en 2023, mientras que el consenso de la «Encuesta Citibanamex de Expectativas», respondida por 33 grupos de análisis financieros, también escaló su perspectiva hasta un 2,7 %.
Algunos grupos financieros como Ve por Más (Bx+) también mejoraron su proyección para el final del año al pasar de 2,8 % a 3 %, así como Invex que previó un aumento en el PIB al cierre del cuarto trimestre del año de 2,8 %, desde un 2 %, ambos más apegados a los pronósticos oficiales; al tiempo que el Fondo Monetario Internacional también mejoró su pronóstico a 2,6 % este año, desde un 1,9 % estimado previamente.
Otro factor que consideró el Bank of America es que la inversión se recupera de manera acelerada, después de un largo periodo de debilidad, “impulsada principalmente por inversiones de proximidad”.
Sin embargo, matizó que el nivel de inversión es solo un 3 % superior de lo que era hace una década, destacando la inyección de capital a maquinaria y equipo como factor de mayor incidencia en el fenómeno del “nearshoring”.
MEJORES PERSPECTIVAS POR “NEARSHORING“
Según datos de la Secretaría de Economía de México, en el primer semestre de 2023, los empresarios mexicanos han hecho 174 anuncios de inversión, por más de 64.504 millones de dólares, mientras que ha sostenido que el país “se encuentra en un momento idóneo para recibir inversiones”.
Durante el primer trimestre de 2023, la dependencia mexicana registró una inversión extrajera directa de 18.636 millones de dólares, un monto superior en 48 % a tas anual.
De acuerdo con el Bofa, México ya observa los efectos del “nearshoring” por el alza en el volumen de inversiones y los beneficios al mercado laboral con la creación de mayores puestos, con una racha en el año de ganancias mensuales hasta el freno en julio pasado.
Según el documento “Zoom Nearshoring” más reciente del banco Santander, la región del norte de México concentra las mejores oportunidades para la relocalización de empresas, con Chihuahua, Coahuila, Baja California, Tamaulipas y Aguascalientes como las principales entidades con mayor infraestructura y logística.
En tanto, una estimación del Consejo de Empresas Globales (Ceeg) estima que México podría incrementar su PIB hasta 2,5 % en los próximos seis años por el “nearshoring” y alcanzar niveles de inversión extranjera directa (IED) de hasta 50.000 millones de dólares.
Para los industriales del país, este fenómeno representa una oportunidad para crecer la economía del país en un sostenido de 4 % en los próximos años, según estimó Eduardo Ramírez, tesorero de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).