Buenos Aires, 30 dic (EFE).- La necesidad de que el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) -alcanzado en 2019 tras veinticinco años de negociaciones pero a falta de ratificación- avance también en materia de cooperación es un requisito para Argentina, que desde el pasado día 6 de diciembre ocupa la presidencia pro tempore del bloque sudamericano. «Es algo que la Argentina desea, pero que la Argentina advierte. Si bien hay un capítulo comercial avanzado, necesitamos avanzar también a la misma velocidad con el capitulo de cooperación, porque la diferencia, las asimetrías productivas, tecnológicas y financieras sólo las vamos a poder compensar a partir de un acuerdo de buena fe entre ambos bloques», aseveró.
En una entrevista con la Agencia EFE en Buenos Aires, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Santiago Cafiero, explicó que en febrero viajará a Bruselas para «continuar viendo los alcances del acuerdo entre Unión Europea y Mercosur».
Si el acuerdo no progresa en este ámbito, «lo único que se va a lograr es que esas asimetrías se agranden», algo que no necesita la región, advirtió el canciller.
«MILITANTE POLÍTICO»
Santiago Cafiero (San Isidro, Buenos Aires, 1979) es el titular de la cartera de Exteriores desde septiembre de 2021, cuando relevó al entonces canciller, Felipe Solá, desde la jefatura de Gabinete, en la que tuvo como responsabilidad coordinar la estrategia del Ejecutivo de Alberto Fernández (peronista) contra la pandemia de la covid-19.
Es, además, uno de los hombres más cercanos al mandatario dentro de un gabinete con divisiones internas entre quienes apoyan al jefe de Estado y quienes orbitan alrededor de la vicepresidenta, Cristina Fernández.
El ministro, que se define como «militante político» más que como un canciller al uso, recordó que los tres pilares de la política exterior argentina, al margen de la ideología del Gobierno de turno, son la recuperación de la soberanía de las islas Malvinas, la lucha por los derechos humanos y el Mercosur.
En su opinión, y pese a los «altibajos» y «peleas» normales en cualquier organización, Mercosur es «la política de integración más importante de Sudamérica» que en sus casi 32 años de historia «siempre ha continuado».
Al aumento del comercio intrazona en su inicio y el crecimiento de los negocios extrazona en la última década, ahora se suma el «desafío» del «encadenamiento regional industrial», según Cafiero.
El canciller también consideró que los esfuerzos que haga Sudamérica como «región homogénea» en recursos naturales para su «desarrollo industrial», «las potencialidades del desarrollo de la ciencia y la tecnología» y «la inserción global» deben «emanar a toda la región».
Ese ha sido el objetivo de Argentina en su año de presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que concluirá el 24 de enero con una Cumbre en Buenos Aires.
«Creo que ése es un desafío, no solo la mirada de América Latina y el Caribe como proveedor de recursos naturales, sino también que se produzcan esos recursos naturales con los estándares de sustentabilidad que esos países aplican», aseveró.
LIDERAZGO DE BRASIL
Para Cafiero, la integración regional se verá favorecida por el regreso de Brasil a la Celac, después de que su actual presidente, Jair Bolsonaro, decidiese abandonar el mecanismo, y de que el mandatario electo, Luiz Inácio Lula da Silva, se haya comprometido a retornar a él.
A falta de dos días para la vuelta del exmandatario (2003-2010) a la Presidencia de Brasil, el canciller argentino expresó su admiración por el político del Partido de los Trabajadores (PT), que considera un «ejemplo para todos» y al que visitó en Curitiba en 2019, cuando estaba preso por corrupción, una condena que fue posteriormente revocada.
En su opinión, el liderazgo de Brasil va a ser definitivo para la unión del bloque, porque «la organización la va a terminar de traer Brasil, por su potencia, por su mirada, porque cree en la integración regional como motor potenciador de la economía de su país y de los países de alrededor».
Más allá del intenso intercambio comercial entre ambas potencias -según datos oficiales, el 14,1 % de las exportaciones argentinas fueron a Brasil con un valor de 11.500 millones de dólares en bienes y 1.100 en servicios-, lo que mueve a las principales economías de la región «es la lucha contra la desigualdad», enfatizó.
Cafiero asistirá junto al presidente Alberto Fernández a la toma de posesión de Lula el 1 de enero. Ambos ya viajaron juntos el 31 de octubre, un día después del triunfo del líder del PT en la segunda vuelta electoral, para acompañar al amigo y político afín, y continuar apostando, según el ministro, a «soluciones cooperativas» dentro de la región y «no mirando siempre para afuera».
Por Concepción M. Moreno y Manuel Fuentes