Quito, 26 oct (EFE).- La 18 Convención Internacional del Banano, que se inauguró este martes en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, analiza la reactivación del sector tras la pandemia de la covid-19 y la amenaza del hongo Fusarium RAT4 sobre los países productores latinoamericanos.
El objetivo del foro, que congregará hasta el próximo viernes a especialistas y representantes de empresas del sector y afines de 54 países del mundo, es ampliar las relaciones de la industria bananera mundial para afrontar los desafíos y demandas del mercado de la fruta, explicaron los organizadores.
El encuentro, que se desarrollará de forma virtual y presencial en un hotel de Guayaquil, incluirá un foro de debates, charlas magistrales de expertos, una feria de la industria y una guía culinaria sobre las innovaciones alimentarias de la fruta más popular del mundo.
Esta convención, también llamada «BananaTime», fue inaugurada por el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, mediante un mensaje en video en el que recordó que el bananero es uno de los productos de exportación más importantes para su país.
«Este sector es fundamental en la economía del Ecuador, con alrededor de 3.400 millones de dólares (anuales) en ventas al exterior» y porque que genera unos 250.000 empleos directos y 50.000 indirectos, remarcó el jefe del Estado.
Asimismo, recordó que una de las principales amenazas que afronta esta industria es el hongo Fusarium RAT4, que ya ha sido detectado en países vecinos como Perú y Colombia, pero cuya entrada en Ecuador ha sido evitada con estrictos protocolos de bioseguridad.
Lasso también destacó la actitud de la industria bananera nacional, que durante los últimos dos años de pandemia no ha dejado de exportar la fruta a muchos destinos en el mundo, lo que ha supuesto el «sustento de miles de familias ecuatorianas».
De su lado, la presidenta de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), Marianela Ubilla, dijo que los últimos dos años de pandemia han sido un reto para el sector, pero remarcó que aún subsiste la amenaza, pues «la sombra de la covid-19 todavía está cerca».
La recuperación del sector, dijo Ubilla, debió considerar los «nuevos esquemas de comercialización» y precisó que en este año Ecuador ha vendido algo menos que en 2020.
Ello por la bajada del consumo en mercados como el de Rusia, Oriente Medio y Asia, aunque se ha registrado un repunte en los del Cono Sur sudamericano, Estados Unidos y África.
Ubilla llamó al Gobierno de su país a concretar acuerdos comerciales con China, Corea del Sur y Japón, donde dijo que el comercio de la fruta «tiene espacio para crecer».
Sin embargo, coincidió en que la presencia del Fusarium RAT4 es la «mayor amenaza» que tiene la producción de bananas en América Latina, sobre todo para la variedad «cavendish».
«Ecuador al momento está libre de esta plaga», pero «debe estar preparado» para evitar su entrada, dijo Ubilla aunque aseguró que se deben coordinar esfuerzos regionales con otros productores americanos como Colombia, Perú y Costa Rica para acabar con la plaga.
De su lado, el ministro ecuatoriano de Agricultura, Pedro Álava, remarcó el apoyo del Gobierno ecuatoriano para el sector, que también tiene el reto de mejorar su producción y comercialización, sobre todo en la estrategia de llevar la fruta directamente «de la granja a la mesa».
Esa propuesta efectuada por la Unión Europea, denominada «Farm to Table», también será analizada en la Convención que tiene lugar esta semana en Guayaquil, indicó Álava.