México, 23 oct (EFE).- Un grupo de al menos 13 grandes empresas con oficinas ubicadas en el centro de la Ciudad de México se han unido para crear alternativas que permitan reducir el impacto ambiental de la movilidad de sus más de 15.000 empleados.
El objetivo de esta estrategia, llamada Plan de Movilidad Interinstitucional Corredor Reforma, es «hacer más sustentable los viajes hacia y desde los lugares de trabajo», explicó a Efe Gonzalo Peón, director en México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP).
«La diferencia de una planeación de viajes a la medida es que puedes encontrar las opciones sustentables más parecidas a lo que busca la gente», indicó Peón.
Las alternativas que maneja este plan son variadas, como coches compartidos, bicicletas, transporte público e incluso ir a pie con «la ventaja de contar con varias empresas, no solo con una, lo que permite agregar muchos orígenes y destinos».
Además, los impulsores del plan trabajan para reducir el impacto de los desplazamientos con «alternativas administrativas que tienen que ver con horarios escalonados, semana comprimida o teletrabajo».
Este es un proyecto piloto que el ITDP está realizando junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el foro urbano CoRe: Ciudades Vivibles y Amables, que está presidido por Blanca Del Valle.
Algunas de las empresas de Ciudad de México implicadas en esta fase, detalló Peón, son los grupos financieros Banorte, Ve por más, BBVA, y otras corporaciones como IEnova que están «trabajando en conjunto para conseguir este cambio».
«El diagnóstico, que tiene origen y destino, y que también incluye las percepciones de las personas empleadas, se lanzará a finales de noviembre», indicó el especialista.
Las proyecciones contemplan que el proyecto se pueda implementar en abril del 2021.
Por el momento, el plan se está desarrollando en comunicación con las áreas de recursos humanos y de responsabilidad social de las empresas implicadas, sin que haya habido todavía un acercamiento directo con los empleados.
«Después de tener las pláticas (conversaciones) con empleados, cuya opinión va a ser muy importante y la vamos a recoger en encuestas a través de grupos locales, podemos ver cómo esto cambie», advirtió.
Peón citó el ejemplo de la empresa mexicana Orbia, que se encuentra ya en una fase más avanzada de un plan similar, y cuyas encuestas revelaron que el 26 % de sus empleados antes de empezar a aplicar la estrategia ya habían modificado su manera de moverse.
«Esperamos que funcione. Vamos a medir los impactos tanto en la movilidad de las personas como los impactos en la satisfacción laboral y la productividad», concluyó.