La Habana, 7 sep (EFE).- La Feria Internacional del Libro de Cuba, el evento cultural más masivo en la isla, se celebrará del 8 al 18 de febrero de 2024 y tendrá como invitado de honor a Brasil, país con el se han reanimado las relaciones tras la llegada a la presidencia de Luiz Inacio Lula da Silva.
En sus ediciones de 2021 y 2022, la mayor fiesta del libro en Cuba estuvo dedicada a México y Colombia, respectivamente.
Con la temática «Leer es construir identidad», la 32 Feria cubana se enfocará en promover la lectura para «la formación de la conciencia individual y colectiva, y la búsqueda del pensamiento crítico», anunciaron este jueves sus organizadores.
El presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), Juan Rodríguez Cabrera, informó que la cita se desarrollará en su habitual sede de la antigua fortaleza colonial San Carlos de la Cabaña, aunque en 16 espacios principales en la capital cubana se realizarán talleres literarios y presentaciones de libros.
Esta vez, el evento dedicará homenajes a la investigadora e intelectual Isabel Monal Rodríguez, y al escritor y profesor Francisco López Sacha.
Su programa ncluirá otras manifestaciones culturales como la música, las artes escénicas y plásticas, refirió el titular del ICL, que además convocó la participación de escritores, promotores literarios y distribuidores de libros.
Luego de su etapa habanera, la fiesta literaria recorrerá la región occidental de la isla -del 28 de febrero al 3 de marzo-, estará en el centro del 6 al 10 de marzo y finalizará su periplo en las provincias orientales del 13 al 17 del tercer mes de 2024.
Brasil, que ya fue invitada de honor en 2005, repetirá en la próxima cita con la asistencia de diversas instituciones en la que se «reforzarán los lazos políticos, económicos, comerciales y culturales con Cuba», señaló el agregado cultural de la embajada de la nación suramericana en La Habana, Mario de Araújo.
El anuncio de la invitación a la Feria ha coincido con la visita realizada en estos días a la isla por una delegación de empresarios brasileños y una semana antes del viaje de Lula para participar en la Cumbre del Grupo de los 77 y China.
