La Habana, 30 oct (EFE).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró que el país ha superado la «etapa» de déficit de combustible anunciada a finales de septiembre, pero llamó a mantener las medidas de ahorro implementadas para afrontarla.
Según un reporte de la emisora oficial Radio Rebelde difundido este lunes, Díaz-Canel hizo estas declaraciones al tomar parte en el último Consejo de Ministros.
«Logramos pasar esa etapa, yo diría con menos afectaciones que las que podían existir para la gravedad que se nos presentó en las últimas semanas de septiembre y en las primeras de octubre, pero no podemos desmontarlas (las medidas de ahorro)», dijo el presidente.
Díaz-Canel reconoció asimismo a lo largo de la reunión que la falta de combustible estaba afectando a la agricultura y la industria.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, anunció a finales de septiembre en una comparecencia en televisión que el país iba a afrontar otro período de problemas de suministro de petróleo y derivados, tras el que sufrió entre mayo y julio.
A partir de entonces aumentaron las colas de vehículos en los servicentros (gasolineras) y se incrementó la frecuencia y duración de los apagones en grandes áreas del país (gran parte de la producción eléctrica depende de centrales termoeléctricas y grandes generadores).
Ante la incapacidad para producir más electricidad, en los últimos días de septiembre y los primeros de octubre los cortes en el suministro llegaron a alcanzar el 30 % del país en el horario de máxima demanda.
No obstante, los apagones han disminuido de forma notable desde entonces y la estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) lleva una semana sin prever cortes por falta de capacidad de generación.
En comparación, la crisis energética fue mucho más aguda entre mayo y julio, con colas de vehículos que esperaban durante días para repostar y prolongados apagones en extensas zonas del país, algunos de hasta 10 horas al día.
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis desde hace unos tres años por la conjunción de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de EE. UU. y los errores en la política económica y monetaria nacional.
Una de las vertientes de esa crisis es la energética, por la precaria situación en la que se encuentra el sistema nacional de producción y distribución eléctrica, la dependencia del petróleo exterior y la falta de divisas para adquirirlo.