Río de Janeiro, 19 may (EFE).- Un tribunal de Río de Janeiro declaró este miércoles la quiebra de la MMX Mineração e Metálicos, la minera que era controlada por el exmagnata brasileño Eike Batista, que llegó a ser considerado el séptimo hombre más rico del mundo antes de que su conglomerado se desmoronara.
La Sexta Cámara Civil del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro rechazó una petición de la minera para que fuera revocada la decisión que había declarado inviable el proceso de recuperación que la empresa presentó tras acogerse a la Ley de Quiebras.
El tribunal, por considerar que la empresa no tiene cómo pagar sus deudas y seguir operando, declaró tanto la quiebra definitiva de la MMX Mineração e Metálicos como la de su subsidiaria MMX Corumbá Mineração.
La decisión judicial fue confirmada mediante hecho relevante enviado a la bolsa de Sao Paulo por la propia MMX, una minera creada por Batista en 2005 y que llegó a tener una capacidad de producción de 10,8 millones de toneladas de hierro por año.
La minera anunció que presentará un recurso contra la decisión judicial por considerar que el tribunal no tuvo en cuenta las nuevas informaciones llevadas por la empresa a la Justicia, entre las cuales un acuerdo por el que la empresa China Development Integration Limited se comprometió a inyectar 50 millones de dólares en la compañía para recuperarla.
MMX informó igualmente que la empresa china, pese a la decisión judicial, mantuvo su intención de invertir en la minera y que espera que un tribunal de instancia superior apruebe un nuevo proceso de recuperación.
En 2013, cuando sus empresas entraron en crisis en cadena, Batista decidió solicitar la intermediación de la Justicia para llegar a acuerdos con sus acreedores y salvar las compañías.
Los controladores tanto de la MMX como de la MMX Corumbá se acogieron a la ley de quiebras y presentaron procesos de recuperación para poder seguir operando mientras renegociaban sus deudas.
Pero el Tribunal de Río de Janeiro rechazó el plan, así como la Sala Empresarial del Tribunal de Belo Horizonte ya había rechazado el 5 de mayo un plan similar para salvar de la quiebra la MMX Sudeste Mineração, otra de las empresas controladas por Batista.
Batista llegó a ser el hombre más rico de Brasil (séptimo del mundo según la revista Forbes) y acumuló hasta 2010 una fortuna estimada en cerca de unos 30.000 millones de dólares a través de negocios de minería, petróleo y materias primas que se extendieron por varios países de la región.
Pero en 2013 su imperio se vino abajo por la mala gestión y la crisis internacional del crudo y las materias primas.
Entre las pocas empresas que se salvaron de la quiebra, gracias a que su control fue transferido, destaca la OGX, petrolera fundada por Batista y que era la principal empresa de su conglomerado.
La Justicia aprobó en 2017 el plan de recuperación presentado por los nuevos controladores de OGX y les permitió suspender los pagos mientras reestructuraban sus operaciones y negociaban con sus acreedores el pago de una deuda que en la época era calculada en unos 4.312,5 millones de dólares.
El proceso de recuperación, solicitado por la petrolera en octubre de 2013 y que en la época fue considerado como el mayor de su tipo en el mundo por el valor de la deuda, también incluyó a las subsidiarias OGX Austria y OGX International.
Tras la venta de la mayoría de sus empresas, el otrora hombre más rico de Brasil enfrentó varios procesos por corrupción y lavado de dinero y llegó a ser preso tanto en 2017 como en 2019.
La Justicia le concedió el beneficio de la prisión domiciliar pese a sus condenas tanto por manipulación del sistema financiero como por corrupción, en un caso en el que fue acusado de pagarle sobornos al entonces gobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral.