Quito, 12 ago (EFE).- Ecuador ha apelado a Israel en busca de cooperación en materia de emprendimiento y fondos semilla, en un intento de reactivar sus sectores productivos con una sostenibilidad a largo plazo que esté inspirada en la innovación.
Así confirmaron a Efe fuentes gubernamentales, diplomáticas y empresariales de ambos países involucradas en un proyecto que está respaldado por el presidente Guillermo Lasso, dentro de un plan general de reactivación para Ecuador a raíz de la pandemia.
«Pensamos en aprender de su cultura de emprendimiento. Nos interesa muchísimo cómo se manejó la industria de capital de riesgo, porque uno de los propósitos principales del Presidente es el fondo de capital semilla», dijo a Efe Andrés Zurita, director de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI).
Esta red, creada hace siete años para tender puentes entre los sectores público y privado con el apoyo de las universidades y multilaterales, la componen grupos que en su conjunto suman «el 12% del PIB» nacional, según el directivo.
INVITACIÓN ISRAELÍ A LASSO
La idea de buscar la cooperación israelí se abrió a raíz de una invitación oficial a Lasso por parte del embajador Zeev Harel para que visite su país, un viaje aun sin fecha pero que el mandatario ha aceptado.
«No quiero ir ni de turista ni en plan político. Lo que quiero es ir acompañado de al menos 50 jóvenes emprendedores de Ecuador, para que puedan aprender directamente de esa experiencia en Israel», dijo Lasso en la cumbre de la AEI la semana pasada.
Y recordó que «Israel es el país con el mayor número de startup en el mundo y mayor número de patentes en el mundo (per cápita)», un modelo fundado sobre pilares de alta tecnología.
Gracias a ese modelo, el PIB israelí saltó de unos 58.300 millones de dólares en 1990 a 402.600 millones en 2020 (casi siete veces más) y, según un estudio, sus tecnológicas recibieron 39.062 millones de dólares en inversiones entre 2010 y 2019.
«Sería la primera vez que un presidente ecuatoriano visite Israel, y sería una gran oportunidad de estrechar aún más los lazos bilaterales», destacó Harel en declaraciones a Efe al mencionar el título de «Startup nation» atribuido a su país.
PROYECTO EMERGENTE
Zurita precisa que «en ninguno de los casos» se trata de «replicar el modelo israelí», «no pensamos que Ecuador vaya a ser una potencia tecnológica», sino en absorber su experiencia en tres componentes básicos del emprendimiento.
Más allá de fondos semillas y financiación, Ecuador busca sobre todo «innovación» pues «choca», sostuvo el directivo, que «seamos uno de los países con «la tasa de emprendimiento activa más alta de la región, y una de las más altas del mundo», pero que estos proyectos «mueran rápido».
Ello se debe a su «baja innovación», lo que hace que sean poco competitivos y al cabo «dos años» acaben cerrando y, para mal de males, arrastrando con ellos a la que era su competencia.
El proyecto de la AEI, con el aval de la presidencia, está ya en su fase inicial, y se espera que en enero parta el primero de dos grupos de 50 personas entre empresarios, académicos y funcionarios, con la posibilidad de que Lasso se sume a alguna de las delegaciones hacia el final.
«Que vayan por 15 días para que puedan comprender ese ecosistema de emprendimiento, y cómo trasladar todo ese conocimiento al Ecuador», afirmó el mandatario.
El modelo israelí se inspira en un triángulo bajo la llamada «Autoridad Israelí para la Innovación» en el que convergen Gobierno (agilización de procesos), sector privado (capital) y universidades (ideas y soluciones), generando un círculo virtuoso de productividad a través de incubadoras y empresas emergentes.
UNA NUEVA RELACIÓN
Un sistema en el que, ya en 2014, se fijó el anterior presidente Rafael Correa, quien pese a su insistente crítica política a Israel programó un viaje para ese año.
«Podemos aprender mucho de un país como Israel, el campeón mundial de la innovación. Hay que aprovechar lo bueno que tiene cada país, y con espíritu crítico rechazar lo que no es correcto», dijo en su día.
Poco antes había despachado a Jerusalén a su entonces ministro de Producción Richard Espinosa, como cabeza de puente de una inminente misión presidencial que se vio truncada por la crítica ecuatoriana a Israel en una guerra con Gaza ese verano.
Espinosa firmó un acuerdo de cooperación para la creación de fondos de capital de riesgo con su entonces colega israelí, Naftalí Bennet, hoy primer ministro en Israel, aunque quedó en papel mojado por que las relaciones entre ambos Gobiernos decayeron rápidamente.
No fue hasta 2017, con la llegada de Lenín Moreno a la presidencia, que empezaron a mejorar a través de programas de cooperación en defensa y seguridad digital, entre otros rubros.
«Bajo el nuevo presidente esperamos una mejoría de las relaciones en todos los ámbitos y temas», declaró Harel sobre el horizonte de esta relación.
El entorno de cooperación se ve también impulsado por la creación en Quito en 2019 de la Cámara de Innovación y Comercio Ecuatoriano-Israelí (CICEI), con el objetivo de establecer puentes entre empresarios e instituciones de los dos países.
Elías L. Benarroch