Quito, 30 nov (EFE).- El Gobierno de Ecuador anunció este lunes que ha desistido de un aumento salarial para 2021, pues proyecta para ese año una deflación (inflación negativa) del 1,01 %, por los efectos de la pandemia de la covid-19.
El ministro de Trabajo, Andrés Isch, aseguró en una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno que el salario básico unificado (sbu, mínimo) se mantendrá en 400 dólares mensuales, y que también se espera para finalizar este 2020 una inflación del -0,73 %.
Isch mencionó que el Gobierno, con cargo al presupuesto del Estado, ha decidido entregar a trabajadores que ganen el salario mínimo un bono o compensación de 60 dólares por una sola vez en el primer trimestre del próximo año.
Asimismo, entregará otra compensación similar o bono de 100 dólares a quienes han sido despedidos durante la pandemia y no han obtenido un nuevo empleo.
Según Isch, esa compensación será entregada de acuerdo a los registros del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Recordó además que, según cifras oficiales, son 380.00 personas las que ganan el salario básico unificado y que 200.000 los contratados que perdieron sus empleos durante la pandemia y aun no han conseguido uno nuevo.
El Gobierno, dijo Isch, destinará unos 40 millones de dólares para cubrir esas compensaciones que buscan aliviar a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Asimismo, el ministro recordó que la normativa ecuatoriana establece que el aumento salarial se fijará mediante un acuerdo al que eventualmente deben llegar representantes de los trabajadores y de la patronal, algo que no ocurrió en este año.
Recordó que los delegados de las dos partes no llegaron a un entendimiento, por lo que la ley delega al Gobierno que fije el aumento salarial con base en las proyecciones de inflación.
Por ello, dijo que al haber un cálculo de inflación negativa o deflación, el salario no podía sufrir aumento alguno, aunque el Gobierno optó por entregar las compensaciones a los más perjudicados por los efectos de la pandemia.
«Es evidente para los ecuatorianos que la crisis sanitaria ha producido una crisis económica en el mundo que no tiene precedentes» y que, según se prevé, generará una contracción económica de entre el 7 y 9 por ciento en casi todo el planeta, señaló Isch.
Por su parte, los sindicatos han anunciado acciones legales y de protesta contra la decisión del Gobierno de congelar los salarios y por haber permitido despidos masivos durante la pandemia.