Quito, 19 ago (EFE).- La empresa Petroamazonas inició este mes labores de perforación en el campo petrolero Vinita, en la provincia amazónica de Sucumbíos, según informó este miércoles en un comunicado la petrolera estatal ecuatoriana.
Los trabajos están a cargo del Consorcio Triboilgas S.A. y está previsto que concluyan en un plazo de unos 30 días, puntualizó la petrolera, que espera obtener una producción adicional de unos 500 barriles de petróleo al día.
El campo Vinita es parte de Cuyabeno, que tiene los bloques petrolíferos 58 y 59, que producen hoy 25.539 barriles al día.
El pozo Vinita B-004 es el primero de la campaña del consorcio Triboilgas y se trata de un pozo «direccional tipo J», con 30 grados de inclinación, y una profundidad aproximada total de 6.810 pies (2.075,6 metros).
El gerente general de Petroamazonas, Juan Carlos Bermeo Calderón, precisó que entre 2019 y 2020 las actividades desarrolladas por el Consorcio Triboilgas «se centraron en la construcción de facilidades en la plataforma de producción Vinita-02, con el fin de perforar, completar y poner en producción durante este año cuatro de 15 pozos planificados».
Estos trabajos se enmarcan en el contrato firmado entre Petroamazonas y Triboilgas para la Provisión de Servicios Específicos Integrados con financiamiento de la empresa contratista y una vigencia de diez años.
En ese lapso se procederá, de acuerdo al convenio, a la ejecución de actividades de «perforación y completación de pozos, reactivación de pozos, construcción y ampliación de facilidades requeridas», abunda la nota.
Petroamazonas es una compañía estatal ecuatoriana que explora y produce petróleo y opera en 23 bloques en todo el país, 20 de ellos en la Amazonía y 3 en el litoral, incluyendo la plataforma de gas natural Amistad, en la provincia de El Oro.
En la actualidad es responsable del 80 por ciento de la producción petrolera nacional.
Ecuador suele producir un promedio de unos 530.000 barriles de petróleo día y el 1 de enero pasado dejó de pertenecer a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para poder salirse de las cuotas establecidas e incrementar su producción, dentro de un plan mayor para dotar de liquidez a las arcas públicas en tiempos de crisis.
Una política que se topa con la oposición de grupos indígenas, opuestos al extractivismo petrolero o minero.
El pasado 4 de agosto, organizaciones indígenas de la cuenca Amazónica y organizaciones ecuatorianas lanzaron una campaña internacional denominada «Detén la Extracción en la Amazonía», que busca velar por la vida de las comunidades de la región.
La iniciativa defiende los territorios de vida de las poblaciones originarias, y promueve acciones estratégicas, como exigir la suspensión del flujo de petróleo a través de las principales tuberías de Ecuador, después de que en abril se produjera un derrame.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha pedido protección especial para las poblaciones indígenas frente la pandemia.
Entre otras medidas, urgió a los Estados a difundir información en las lenguas originarias, el respeto «de forma irrestricta» al derecho de los pueblos al aislamiento voluntario, y que se abstengan de promover proyectos extractivos en los territorios indígenas.