Quito, 16 may (EFE).- El ministro ecuatoriano del Interior, Patricio Carrillo, informó este lunes de que se investiga el hurto de 150 armas de fuego de una instalación policial en la ciudad costera de Guayaquil, capital de Guayas, provincia en estado de excepción para combatir los altos niveles de inseguridad.
«Ante las 150 armas hurtadas en la zona 8, tres servidores de la Policía de Ecuador se encuentran sometidos a la administración de justicia. En lo administrativo se determinará la cadena total de responsabilidades», escribió en su cuenta de Twitter.
Aclaró que las «armas se encontraban en proceso de destrucción e inhabilitadas para el uso policial» y que la alerta se generó «por este mecanismo, lo que hace presumir «la ausencia de controles y un hurto sistemático por un período de tiempo sin adecuada supervisión».
Carrillo manifestó que «la corrupción es un fenómeno que mina las instituciones» y al anotar que «la transparencia genera confianza», añadió que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso, «no descansará por transparentar y alcanzar esa confianza ciudadana».
El comandante general de la Policía, Fausto Salinas, precisó en declaraciones a la prensa que las 150 armas eran pistolas Smith & Wesson de calibre 9 milímetros, que habían sido entregadas a la Policía en 1991, y se encontraban en el Cuartel Modelo, en el comando de la zona 8, en la provincia del Guayas.
La Policía se percató el domingo de la «ausencia» del armamento «inhabilitado y en proceso de entrega para su destrucción», durante una revisión del mismo, precisó Salinas.
Y al conocerse «el faltante» se habilitaron todas las unidades investigativas y técnico científicas, y se contactó con la Fiscalía para iniciar una investigación a fin de dar con los responsables del hecho que calificó de «poco profesional».
De su lado, la Fiscalía señaló en Twitter que, a través de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, «abrió -de oficio- una investigación por la desaparición de 150 pistolas Smith & Wesson del rastrillo del Cuartel Modelo de Guayaquil».
En un comunicado, la Policía ratificó «el compromiso por combatir el delito en todas sus formas y origen, con absoluta transparencia y en apego a los principios, valores y normas que rigen nuestro accionar».
En la convocatoria a la prensa, en la que no se dio opción a preguntas, Salinas subrayó que desde la Policía Nacional se dará toda la información que requieran los administradores de justicia para encontrar la cadena de responsabilidades.
HURTO EN MEDIO DE ESTADO DE EXCEPCIÓN
El hecho ocurre en momentos en que rige en la provincia de Guayas un estado de excepción para tratar de controlar los altos niveles de violencia.
El pasado 29 de abril, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó el estado de excepción además de en esa provincia, en las costeras de Esmeraldas y Manabí, también con el mismo objetivo.
El Ejecutivo ecuatoriano ha destinado una partida de 11,5 millones de dólares para reforzar la seguridad en Guayaquil (suroeste).
Estas decisiones responden a la creciente violencia que se vive en el litoral ecuatoriano protagonizada por bandas criminales organizadas enfocadas principalmente en el narcotráfico.
Escenas como la aparición de personas decapitadas o los asesinatos por parte de sicarios se han vuelto cada vez más frecuentes en las provincias costeras, principalmente alrededor de Guayaquil.
Este fenómeno también tiene un sanguinario capítulo en la crisis carcelaria de Ecuador, donde casi 400 presos han muerto en los dos últimos años en distintos enfrentamientos entre este tipo de bandas delictivas rivales que se disputan el control de las prisiones.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, desde el 30 de abril, cuando entró en vigor el estado de excepción en las mencionadas provincias, hasta el sábado pasado se habían realizado 58.016 operativos en los que se ha detenido a 1.278 personas.
Entre los resultados de los operativos se contabilizaron 522 vehículos y motocicletas entre retenidos y recuperados, así como el decomiso de 150 armas de fuego.