Buenos Aires, 16 mar (EFE).- La distribuidora de electricidad argentina Edesur está en el ojo de la tormenta: miles de usuarios de Buenos Aires están enfurecidos por prolongados cortes de luz en plena ola de calor y el Gobierno ha decidido denunciar penalmente a los directivos de la empresa, cuya controladora, la italiana Enel, ha puesto en venta.
El Gobierno de Alberto Fernández anunció este jueves que solicitó al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) que denuncie penalmente al directorio de Edesur por presunta «malversación de fondos, fraude en perjuicio de la Administración pública y abandono de personas».
La decisión fue tomada en medio del enojo de miles de usuarios de la capital argentina que reportan cortes prolongados de suministro, en algunos casos de más diez días, en momentos de una severa ola de calor.
Los usuarios, que en algunos casos han cortado calles en señal de protesta e incluso han protagonizado incidentes en oficinas de la empresa, denuncian que nadie les da una solución efectiva.
Este jueves, 56.696 usuarios permanecían sin servicio, sobre un total de 2,5 millones de clientes de Edesur en Buenos Aires y su periferia.
La otra empresa que presta servicios en la capital, Edenor, sumaba este jueves 1.081 usuarios con cortes, sobre un total de 3 millones de clientes.
Fuentes de Edesur y de Enel consultadas por EFE indicaron que aún no fueron notificadas de denuncia alguna, por lo que de momento no harán comentarios al anuncio del Gobierno.
EN LA MIRA
Edesur opera desde 1992, cuando el servicio eléctrico de Buenos Aires fue privatizado.
La distribuidora estuvo por años controlada por Endesa, hasta que en 2009 Enel tomó el control del grupo español y sus filiales.
Los cortes de estos días no son los primeros de gran envergadura que afectan a la distribuidora, sancionada ya varias veces por incidentes de ese tipo, pero esta vez el Ejecutivo argentino no descarta quitarle la concesión y espera para evaluar una medida de tal calibre que el ENRE concluya un informe sobre el desempeño de la empresa.
«Una vez que esté el informe completo, que el ENRE se comprometió a hacer dentro de los próximos 90 días, ya sea a través del Congreso de la Nación o a través de los organismos correspondientes, el Estado evaluará la quita de concesión a Edesur», dijo este jueves la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, quien afirmó que la compañía nunca hizo «las inversiones que tenía que hacer».
A finales de febrero pasado, cuando Edesur presentó sus resultados contables de 2022, la empresa aseguró que invirtió unos 450 millones de dólares en los últimos tres años, «a pesar de la fuerte caída de sus ingresos frente a la inflación», que es muy elevada en Argentina (102,5 % interanual en febrero).
«Estos niveles de ingresos son insuficientes para cubrir sus costos fijos. Como funciona en otros países, Argentina necesita previsibilidad de reglas y una normalización estructural y completa de las tarifas de distribución, para así tener un sistema más robusto y resiliente», expresó por entonces Claudio Cunha, gerente general de Enel Argentina.
Según la empresa, con las inversiones y la gestión realizadas durante los últimos años, ha logrado una mejora del 53 % en el tiempo medio de duración de los cortes por usuario.
EN VENTA
En este complejo escenario, Edesur está en venta.
En noviembre pasado, Enel anunció su decisión de desinvertir en Argentina. Planea salir este año de este país, de Perú y de Rumanía.
En febrero pasado, de hecho, ya logró vender varios activos de generación en Argentina, país que arrastra desde hace dos décadas problemas de tarifas atrasadas y subsidios millonarios en el sector eléctrico.
Natalia Kidd
