Quito, 30 mar (EFE).- Autoridades ecuatorianas dieron a conocer este martes la puesta en marcha de un proyecto impulsado por el Gobierno de Estados Unidos para que puertos y aeropuertos del país suramericano cuenten con equipamiento tecnológico no intrusivo para controlar de manera más eficiente el contrabando, el lavado de activos y el narcotráfico.
Se trata de una misión técnica denominada Customs & Border Protection, patrocinada por Washington en virtud de un Acuerdo de Principios suscrito entre Ecuador y Estados Unidos en 2018.
Esta tiene por objetivo elaborar un informe con los parámetros técnicos de seguridad que respaldarán las primera «Regulación Conjunta entre el Ministerio de Gobierno y Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE)» sobre la obligación de puertos y aeropuertos de implementar a su costa y bajo estándares internacionales, nueva tecnología no intrusiva de control.
«Hoy es un paso firme en esta lucha, el Ministerio de Gobierno, la Embajada de los EEUU y el SENAE hasta fines de abril emitirán la resolución correspondiente que determinará hasta cuándo los puertos y aeropuertos tendrán la obligación de incorporar este tipo de tecnología», avanzó la vicepresidenta de Ecuador, Alejandra Muñoz.
Lo hizo en el acto de lanzamiento de la Misión, llevado a cabo en Guayaquil y en el que también intervinieron el ministro de Gobierno, Gabriel Martínez, el embajador estadounidense, Michael J. Fiztpatrick, y representantes de la SENAE y la Policía Nacional.
Muñoz recalcó que la misión concreta una labor de tres años «en la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y contra el lavado de activos», y que la única vía para evitar la corrupción y reducir la discrecionalidad es «precisamente con la tecnología y la trazabilidad».
Por su parte, el titular de Gobierno confirmó que el próximo mes se determinarán los plazos para que puertos y aeropuertos dispongan los equipos de inspección no intrusiva.
«Lo importante de esta colaboración es que vamos a cumplir dos objetivos: uno de seguridad y combate al narcotráfico y, el otro, un comercio exterior más próspero y con menos trabas», dijo Martínez.
El ministro recordó que el año pasado Ecuador incautó cerca de 130 toneladas de sustancias ilícitas, lo que representó un incremento del 60 % respecto a 2019, reflejando la necesidad de «mejores prácticas para poder controlar» los puertos.
El embajador estadounidense en Ecuador destacó que la misión impulsada por su país busca promover reglamentos transparentes y equitativos para los terminales portuarios que faciliten las exportaciones y ayuden a detener el flujo de drogas.
«La idea es facilitar el comercio internacional y apoyar el pedido de Ecuador», indicó Fitzpatrick, tras subrayar que los puertos contarán con los mejores estándares, prácticas y facilidades para «no frenar y agilizar el comercio internacional», pero al mismo tiempo «ir más rápido, eficiente, con más seguridad, menos corrupción y gasto al sector público».
La Vicepresidencia y el Ministerio de Gobierno precisan en sendos comunicados que gracias a esta iniciativa, el Estado ecuatoriano no tendrá necesidad de continuar asumiendo costos de adquisición o mantenimiento de los nuevos equipos tecnológicos, y que su puesta en práctica no supondrá un aumento de precios a operadores del comercio internacional.