Río de Janeiro, 8 feb (EFE).- El Banco Central brasileño manifestó este martes su temor de que el aumento de gastos promovido por el Gobierno y por el Congreso en el actual año electoral pueda agravar la deficitaria situación de las cuentas públicas y presionar aún mas la inflación, que en 2021 fue la mayor en seis años.
El Emisor admitió que, ante el temor de que las elecciones tengan un efecto negativo en la inflación, tendrá que mantener por algún tiempo más su actual política fiscal restrictiva, con las tasas de intereses en su mayor nivel en casi cinco años, en un intento de frenar el aumento de los precios.
El organismo manifestó sus temores en el acta, divulgada este martes, de la última reunión de su Comité de Política Monetaria (Copom), realizada el miércoles pasado y en la que elevó la tasa básica de intereses de Brasil en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 10,75 % anual, su mayor nivel desde abril de 2017.
Brasil celebrará en octubre próximo elecciones presidenciales, legislativas y regionales, en las que tanto el presidente Jair Bolsonaro, como numerosos congresistas, intentarán su reelección.
En los últimos meses, y al parecer de cara a las elecciones, tanto el Ejecutivo como el Legislativo han aprobado significativos aumentos del gasto público, incluso para financiar un ambicioso plan de subsidios a los más pobres lanzado por el líder ultraderechista, que amenazan con empeorar la ya grave situación fiscal del país.
En el acta divulgada hoy, el Emisor dijo que, ante tal riesgo, podrá elevar la tasa básica de interés en otros 1,5 puntos porcentuales en la próxima reunión del Copom y seguir aumentando el costo del dinero el resto del año.
«Un nuevo ajuste de 1,5 puntos porcentuales, seguido de ajustes adicionales en ritmo menor en las próximas reuniones, parece la estrategia más adecuada para alcanzar la restricción monetaria suficiente y garantizar la convergencia de la inflación a las metas impuestas», asegura el documento.
Según el Emisor, las nuevas amenazas a la inflación, incluyendo la generada por los riesgos fiscales en año electoral, justifican su decisión de que el actual ciclo de restricción monetaria «avance significativamente en territorio contraccionista».
De acuerdo con el organismo, los analistas y economistas están elevando sus proyecciones para la inflación en 2022 precisamente por la expectativa de que el Gobierno aumentará sus gastos en el año electoral.
Asimismo, ante previsiones de que la inflación seguirá elevada y de que el costo del dinero permanecerá caro, los economistas también vienen reduciendo su proyección para el crecimiento de la economía de Brasil en 2022, que ahora sitúan en el 0,3 %.
Algunas instituciones financieras, como el banco Itaú, prevén incluso que Brasil sufrirá una retracción este año.
La economía brasileña se retrajo un 3,9 % en 2020 como consecuencia de la crisis generada por la pandemia del coronavirus y saltó un 4,5 % en 2021 -según las últimas proyecciones- gracias a una recuperación que, por las previsiones, no se mantendrá en 2022.