Brasilia, 7 feb (EFE).- El Banco Central de Brasil dijo este martes que la desaceleración económica del país «debe acentuarse en los próximos trimestres», en un contexto de riesgo fiscal y datos modestos de producción industrial, comercial y de servicios.
Esta previsión consta en el acta de la última reunión en la que el Banco Central decidió, la semana pasada, mantener la tasa de interés de referencia en el 13,75 % anual, en medio de las críticas del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que presiona por bajar los tipos.
Según el acta de esa reunión, divulgada este martes, los datos de la mayor economía de América Latina «siguen indicando un ritmo de crecimiento más moderado», mientras que el empleo experimenta «una pérdida de dinamismo».
Ese escenario de desaceleración se observa «en los indicadores de confianza, el enfriamiento de la producción industrial, comercial y de servicios», así como en las cifras más modestas de crédito y en los descensos de la población ocupada en el mercado laboral.
Asimismo, el ente señaló «con especial preocupación» el deterioro a largo plazo de las expectativas de la inflación, que cerró 2022 en 5,79 %.
Ello debido a factores de riesgo como una posible percepción de lenidad del Banco Central con las metas establecidas sobre el alza de precios, una política fiscal expansionista, que presione la demanda, o la posibilidad de que se modifiquen los actuales objetivos de inflación.
No obstante, reconoció que la ejecución del paquete fiscal presentado por el Gobierno de Lula para mejorar la situación de las cuentas públicas, basado principalmente en medidas para aumentar la recaudación, «atenuaría los estímulos fiscales sobre la demanda, reduciendo el riesgo de un alza de la inflación».
Si bien, remarcó que, la coyuntura, «particularmente incierta en el ámbito fiscal y con expectativas de inflación distanciándose de la meta a largo plazo, demanda una mayor atención en la conducción de la política monetaria».
La divulgación del acta llega un día después de las duras críticas de Lula al Banco Central por mantener la tasa de interés de referencia en el 13,75 % anual, dificultando así el crecimiento del país, que se espera que sea menos de un 1 % este año.
«Es una vergüenza ese aumento de los tipos», denunció el mandatario progresista, que también pidió a los empresarios que presionen al órgano emisor para que empiece a bajar los intereses.