Brasilia, 11 ago (EFE).- El Banco Central de Brasil indicó este martes que percibe una «recuperación parcial» de la economía del país, pero con alta ociosidad, en especial en el sector servicios, debido a la «incierta» evolución de la pandemia del coronavirus.
«Los datos recientes sugieren una recuperación parcial de la actividad económica», señaló el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central en el acta de una reunión que mantuvo la semana pasada y que fue divulgada este martes.
En esa reunión, el organismo decidió reducir la tasa básica de intereses por novena vez consecutiva, hasta el mínimo histórico del 2,0 % anual, lo que supuso un recorte de 0,25 puntos porcentuales, si bien indicó que futuros análisis sobre posibles nuevos descensos se guiarán por la «cautela» y podrían ser espaciados en el tiempo.
«Los programas gubernamentales de recomposición de la renta», materializados en unos subsidios mensuales de 600 reales (unos 110 dólares) para los trabajadores autónomos, entre otras medidas, han permitido «una retomada relativamente fuerte del consumo de bienes duraderos y hasta de la inversión», expresó el emisor.
No obstante, la «poca previsibilidad» asociada a la evolución de la pandemia, que en Brasil ya deja más de 100.000 muertes y tres millones de infectados, y la «necesaria reducción» de las ayudas económicas a partir de 2021 «aumentan la incertidumbre sobre la velocidad» a la que se recuperará el país.
En este contexto, el comité manifestó que ese conjunto de riesgos derivados de la crisis sanitaria pueden llevar a «un escenario doméstico caracterizado por una retomada aún más gradual» de la economía.
Asimismo, subrayó que la pandemia «debe continuar» provocando «efectores heterogéneos sobre los sectores económicos», con especial impacto en los servicios, que tienen un enorme peso en el producto interno bruto (PIB) de Brasil.
Según el Banco Central, los altos niveles de ociosidad que presentará la economía serán mayores en el sector servicios, debido a la reducción de la demanda, una situación que podría arrastrarse por una «duración mayor» con respecto a recesiones anteriores.
Según analistas consultados por el Banco Central, la economía brasileña entrará en recesión este año, con una caída del 5,6 %, aunque organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, son más pesimistas y sitúan esa retracción entre el 8 y el 9 %.
La entidad consideró que ante el escenario desafiante es adecuado mantener una política monetaria expansiva, aunque anticipó que ésta está llegando a su límite debido a los mayores riesgos vinculados a las economías emergentes, como la brasileña.
«Ya estaríamos próximos al nivel a partir del cual las reducciones adicionales en la tasa de intereses podrían» acarrear «inestabilidad en los precios de activos» y generar un «aumento de la volatilidad» de estos últimos, alertó el emisor.
«Los tipos bajos sin precedentes pueden comprometer el desempeño de algunos mercados y sectores económicos», completó.
A pesar de los esfuerzos del Banco Central por crear un ambiente más propicio para reactivar la economía, los sucesivos recortes en la tasa básica oficial tienen un efecto limitado, pues los intereses cobrados a los consumidores aún son altísimos en Brasil.
