México, 17 dic (EFE).- El Banco de México mantuvo este jueves la tasa de interés al 4,25 %, en su segundo anuncio de política monetaria consecutivo sin cambios en el precio del dinero ante las presiones inflacionarias.
La Junta de Gobierno del Banco de México destacó tras tomar la decisión que la «actividad económica global ha venido recuperándose» y subrayó como riesgos para la economía y los mercados «la evolución de la pandemia, la producción y distribución de vacunas, la suficiencia de estímulos fiscales y otras tensiones a nivel global».
Este es el segundo anuncio consecutivo en el que el emisor mantiene estable la tasa de interés, tras seis recortes consecutivos desde marzo, cuando estaba al 7 %, para proveer de liquidez al mercado ante la pandemia de covid-19.
El ciclo de relajamiento del precio del dinero empezó en agosto de 2019, cuando la tasa de interés se ubicaba en el 8,25 %.
El regulador destacó que después de la última decisión de política monetaria, publicada el 12 de noviembre, el peso mexicano se apreció.
La divisa mexicana cotiza ahora alrededor de las 19,8 unidades por dólar, lejos del soporte de 25 pesos por billete verde que llegó a perforar al inicio de la crisis.
Además, «la actividad económica en México continuó mejorando» a inicios del cuarto semestre en un entorno de «incertidumbre y riesgos a la baja», después de repuntar un 12,1 % en el tercero frente a los tres meses anteriores.
Pese a ello, la economía se mantiene «por debajo de los niveles previos a la pandemia».
El Banco de México, cuya junta tomó esta decisión «por mayoría» -dos miembros optaron por bajar la tasa al 4 %-, señaló la bajada de la inflación general anual del 4,09 % de octubre al 3,33 % en noviembre.
«En el comportamiento de estos precios podría influir hacia delante tanto la debilidad de la demanda, que propiciaría disminuciones de precios más persistentes, como afectaciones por el lado de la oferta», consideró el emisor.
El comunicado publicado destacó también «la caída en las variaciones anuales de los precios de las frutas y verduras y de las gasolinas».
Sin embargo, las expectativas de la inflación general para el cierre de 2020 se redujeron y las de mediano y largo plazo se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta del Banco de México de 3%.
El emisor tomó la decisión de mantener la tasa de interés al tener en cuenta las previsiones de inflación descritas, la incertidumbre que las rodea y la conveniencia de consolidar una trayectoria decreciente para la misma que la dirija hasta la meta del 3 %.
