San José, 3 mar (EFE).- El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, calificó este viernes como «ejemplar» la ejecución de los proyectos que financia la entidad en Nicaragua y defendió que la aprobación de créditos a ese país obedece a consensos regionales.
«Para nosotros Nicaragua es un buen ejemplo de cómo ejecutar proyectos financiados por organismos internacionales», declaró Mossi en una entrevista con EFE en Costa Rica, donde esta semana sesionó el directorio del BCIE.
Esta semana en las afueras de una sede del banco en San José, un grupo de exiliados nicaragüenses protestó contra el financiamiento que el BCIE da a Nicaragua, cuyo Gobierno ha sido señalado por diversos organismos internacionales y países por violar los derechos humanos de la población.
Mossi comentó que «es enriquecedor que la gente pueda protestar sobre valores que ellos tengan y sobre el trabajo que el BCIE hace» y aseguró que el financiamiento que recibe Nicaragua se da en las mismas condiciones y derechos que en los otros países miembros del banco.
«El financiamiento del banco es aprobado por nuestra reunión de directores, que es una vez al mes, lo cual implica que hay un consenso regional de seguir financiando proyectos no solo en Nicaragua, sino que en toda la región centroamericana», expresó Mossi.
El presidente del BCIE enfatizó en que la entidad tiene una serie de auditorias internas y externas independientes para todos los proyectos y que Nicaragua es uno de los que mejor los ejecuta.
«Es un país que tiene una cartera muy grande pero que la ejecuta de manera ejemplar, sin mayores demoras. Por el lado nuestro, Nicaragua es un país miembro en muy buena situación, no solamente financiera sino también en la entrega de lo que se financia, son obras para la comunidad en electrificación rural, acceso a caminos, puentes y mejoras del sistema eléctrico», manifestó Mossi.
En la actualidad el BCIE apoya 33 proyectos en Nicaragua con una cartera de 1.586 millones de dólares, según indica la entidad en su página web.
Nicaragua atraviesa una crisis social y política desde abril de 2018 a raíz de las protestas de la población que exigían la salida del presidente Daniel Ortega.
La crisis se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
El presidente Ortega, su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, así como altos mandos de la Policía Nacional y otras entidades estatales, han perpetrado violaciones graves y muy diversas de los derechos humanos de la población, que constituyen crímenes de lesa humanidad, concluyó el jueves un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU.
Este grupo fue creado para investigar y recabar pruebas de la situación en Nicaragua a partir de las protestas ciudadanas de 2018, y que presentó el jueves en Ginebra su primer informe.
El informe señala un espectro muy amplio de crímenes tales como ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas, violencia sexual, así como un nivel tal de censura que impide a los ciudadanos participar en los asuntos públicos, expresarse, reunirse o ejercer su libertad de conciencia y religión.