Ciudad de Panamá, 25 jun (EFE).- El Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo de 250 millones de dólares a Panamá destinado a fomentar el capital humano y fortalecer las instituciones a fin de acelerar la recuperación económica del país tras la debacle de la pandemia de la covid-19.
El préstamo, del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), una de las cinco instituciones que integran el Grupo Banco Mundial, tiene un margen variable por 20 años, incluido un período de gracia de dos años.
Este es el segundo de dos créditos programáticos de Financiamiento de Políticas de Desarrollo aprobados a Panamá, luego del autorizado por el Directorio del BM en diciembre de 2020 por 300 millones de dólares, precisó el multilateral.
«Este proyecto ayudará a dirigir la economía para reconstruir mejor a través de reformas políticas e institucionales críticas, a fin de beneficiar a los más vulnerables, incluidos los Pueblos Indígenas», dijo el director del BM para América Central y la República Dominicana, Michel Kerf.
Al apoyar una combinación de medidas de política para abordar «las necesidades apremiantes de Panamá, esta crisis puede transformarse en una oportunidad para fortalecer los servicios y las instituciones», añadió.
Por su parte, el ministro panameño de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, señaló que el préstamo del BM servirá para «fortalecer los servicios de salud, educación y protección social, así como promover la transparencia, la inclusión y la adaptación al cambio climático; todo lo cual es prioridad estratégica para el gobierno».
«En un contexto donde los impactos adversos de la pandemia generaron un deterioro fiscal y grandes presiones de gasto, este financiamiento complementa» los esfuerzos «para acelerar la recuperación» económica del país, destacó el ministro panameño.
A raíz de la casi total paralización de la economía ordenada por el Gobierno en el 2020 para enfrentar la pandemia de la covid-19, la economía de Panamá se derrumbó un 17,9 % y el desempleo se disparó hasta al menos el 18,5 % en octubre de ese año, la tasa más alta en dos décadas, y la relación deuda-PIB rozó el 70 % tras situarse en alrededor de 40 %.
Calificadoras de riesgo internacionales tildaron en su momento de sorprendente el deterioro fiscal de Panamá durante el 2020, cuando este país dolarizado desde su fundación en el 1904 apeló a la emisión de deuda para afrontar la debacle económica por la pandemia.
El proceso de reapertura permitió que el producto interno bruto (PIB) se recuperara en 15,3 % en el 2021, gracias especialmente a los sectores vinculados con factores externos, mucho más dinámicos que aquellos relacionados con la economía interna como el comercio minoristas o la construcción de obras públicas, que son grandes generadores de empleo.