Bogotá, 4 oct (EFE).- Un mar de flores frescas que van desde las rojas, amarillas, blancas e incluso azules, cuyos aromas invaden los pabellones del centro exposiciones de Bogotá (Corferias) ofrece Proflora, la muestra comercial de flores más importante de América, que arrancó este miércoles con 320 expositores.
Nada más pasar las puertas que dan acceso a los pabellones salta a la vista una infinidad de flores que por su belleza hacen muy difícil inclinarse por un color o un aroma. Hay para todos los gustos hasta el próximo sábado, último día de la feria.
«Proflora es un espacio que permite a lo más selecto del mercado floricultor internacional establecer relaciones fructíferas para el desarrollo de sus negocios y donde se exhiben las tendencias e innovaciones de este sector», dice a EFE Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), que organiza la feria.
El año pasado el sector floricultor exportó 2.050 millones de dólares (unos 1.951 millones de euros al cambio de hoy), lo que significa que los mercados internacionales recibieron 320.000 toneladas de tallos, especialmente Estados Unidos, que es el país que más consume lo que produce Colombia.
Compradores del mundo
A esta cita asisten las principales asociaciones del mundo floricultor, como la Society of American Florists (SAF), la Wholesale Florist & Florist Supply Association (WF&FSA), la Americas Flower Connection (AFIF), la American Floral Endowment (AFE), la California Association of Flower Growers & Shippers (Calflowers), la That Flower Feeling Foundation y la International Fresh Produce Association (IFPA).
Colombia produce alrededor de 60 especies de flores y 1.400 variedades, especialmente rosas, astromelias, crisantemos, claveles y otras flores exóticas.
«En cada rosa, en cada clavel, hay muchísimas variedades y anualmente hay innovaciones y ese es el motor de este sector porque al innovar se pueden ofrecer nuevas variedades», explica Solano quien apunta que «esta actividad agrícola se mueve con la moda».
Las variedades que exporta Colombia se logran en cultivos altamente tecnificados en unas 10.000 hectáreas, principalmente en el departamento de Cundinamarca, del que Bogotá es capital. Luego están los cultivos en Antioquia y una cantidad menor en el suroeste del país.
Según Asocolflores, el 80 % de los arreglos florales que se venden en Estados Unidos son producidos en Colombia, que une la mixtura de flores y follajes que los hacen especiales en el competido mundo dominado por Holanda que tiene una tradición de más de 400 años, mientras que en Colombia el sector nació hace 60 años.
«Todo lo que ha logrado el sector es producto de esfuerzos de empresarios y trabajadores, de aprovechar las oportunidades que brindan los TLC (tratados de libre comercio)», explica Solano, que destaca que la estabilidad que brinda el sector a los trabajadores hace que estos duren en una empresa un promedio de 10 a 15 años.
Medio siglo en busca de la perfección
Rodeada de enormes ramos de colores en los que priman el blanco y el rojo, está Cristina Vaughan, quien está al frente del Grupo Andes Farms, la empresa que fundó su padre hace 50 años cuando llegó a Bogotá procedente de Londres.
Las paredes de su stand las adornan unas hojas y flores dibujadas por el artista urbano Giovanny Sánchez, «TOT».
«La idea es comunicar al mundo dos bellezas, la de la creatividad y la de la naturaleza», explica Vaughan, que está orgullosa de que las flores producidas en los cultivos de la compañía tengan destinos tan diferentes como Polonia, Japón, Estados Unidos, Chile y Argentina.
«Nosotros creamos atletas olímpicos. Las nuestras son flores que soportan duros viajes pero al final llegan frescas y por eso nos reconocen, por nuestra calidad», concluye la empresaria.