Guatemala, 18 nov (EFE).- El Congreso de Guatemala aprobó este miércoles el presupuesto de ingresos y egresos para el país en 2021, por 12.948 millones de dólares, en medio de críticas de la oposición por la opacidad del procedimiento.
El nuevo presupuesto fue avalado en la madrugada del miércoles por la mayoría del Parlamento conformado por el partido oficialista Vamos, del presidente Alejandro Giammattei, con el aval del Ministerio de Finanzas.
El decreto fue apoyado además por varias bancadas aliadas al oficialismo como FCN Nación, del expresidente Jimmy Morales (2016-2020); la bancada Unionista, del también exmandatario Álvaro Arzú (1996-2000), y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con la que gobernó el país Álvaro Colom (2008-2012).
La cifra aprobada con 115 votos por 99.700 millones de quetzales (12.948 millones de dólares) representa un aumento de 10.000 millones de quetzales (1.300 millones de dólares) con respecto al ejercicio Fiscal de 2020, de acuerdo al Organismo Legislativo.
Al menos tres bancadas de oposición mostraron su rechazo al presupuesto para 2021 debido a que fue impuesto en el pleno sin lectura previa ni conocimiento de antemano para el total de 160 legisladores que conforman el Parlamento.
La aprobación del presupuesto no estaba inicialmente en la agenda del Congreso durante la sesión del martes, pero fue conocida «de urgencia nacional» durante la pasada noche y madrugada de este miércoles ante la solicitud del diputado Jorge García Silva, de la agrupación política Prosperidad Ciudadana, aliada al oficialismo.
La bancada de oposición Semilla indicó además mediante sus canales de comunicación que el nuevo presupuesto del Estado rebaja en 20 millones de quetzales (2,6 millones de dólares) la asignación a la Procuraduría de los Derechos Humanos.
«No apoyaremos el proyecto de presupuesto para 2021 porque es producto de un pacto que se selló fuera del Congreso», añadió Semilla, que llegó por primera vez al Parlamento en las elecciones de 2019 de la mano de algunas figuras civiles de la lucha anticorrupción emprendida en el país en 2015.
De igual forma, la diputada única del partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Vicenta Jerónimo Jiménez, indicó en sus redes sociales que votó «en contra de un presupuesto que endeuda más al país» y que «sobre todo financia privilegios, excluye a los pueblos y a nuestra niñez».
Por su parte, el diputado Édgar Batres Vides, de la agrupación Winaq, señaló durante una intervención ante el pleno que el presupuesto 2021 «no está enfocado en la reconstrucción del país» sino «en el pago de favores» por parte de los legisladores.
Además, según un estudio divulgado por la organización no gubernamental del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), el «gasto público» del nuevo presupuesto «prioriza la asignación a infraestructuras, pero descuida a la población y sus necesidades».
El vicepresidente guatemalteco, Guillermo Castillo, quien ha sostenido rencillas con Giammattei y la bancada oficial, también criticó al presupuesto en sus redes sociales al advertir que se disminuyó el renglón para la lucha contra la desnutrición.
«Públicamente solicité al Congreso de la República ampliarlo (el presupuesto para la lucha contra la desnutrición), no disminuirlo. Seamos congruentes con este objetivo de Estado», reparó Castillo.
En Guatemala, uno de cada dos niños sufre de desnutrición de acuerdo a cifras oficiales, y el 59 por ciento de la población vive debajo del umbral de la pobreza.
El nuevo presupuesto aprobado dispondrá el 63 por ciento de sus fondos para el funcionamiento del Gobierno, mientras que otro 20 % será para inversión y un 15 por ciento para el pago de deudas.