San Salvador, 26 jul (EFE).- La Asamblea Legislativa de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, aprobó este martes recursos por 475 millones de dólares para que el Gobierno de Nayib Bukele busque la «compra anticipada de bonos» que vencen en 2023 y 2025.
Con 66 votos del partido oficialista Nuevas Ideas (NI) y sus aliados, y sin mayor discusión parlamentaria, el Congreso aprobó dos mecanismos que darían al Ejecutivo estos fondos y evitar así el impago de la deuda, de cuyo riesgo advertían organismos internacionales y economistas salvadoreños.
De acuerdo con cifras oficiales, El Salvador debía pagar en enero de 2023 su deuda en eurobonos por 800 millones de dólares y otro monto igual en enero de 2025.
Lo que buscaría el Gobierno salvadoreño es comprar sus propios bonos a «precio del mercado», según publicó en Twitter el presidente Bukele, y cuyo rendimiento ha ido cayendo, según señalan expertos.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, indica que con la compra anticipada a precio de mercado «podríamos ahorrarnos una buena plata (dinero)».
La primera medida fue autorizar al Banco Central de Reserva (BCR) para convertir a dólares estadounidenses los «derechos especiales de giro» otorgados en 2021 por el Fondo Monetario Internacional (FMI), valorados en 275 millones de dólares, y que los traslade al Ministerio de Hacienda.
Según el portal del FMI, los derechos especiales de giro son «un activo de reserva internacional» que sirven para «complementar las reservas oficiales de los países miembros».
En el mismo decreto legislativo, los diputados autorizaron a la cartera de Hacienda a emitir un bono por 275 millones de dólares para «garantizar la obligación a cargo del Estado de El Salvador a favor del Banco Central de Reserva».
Los diputados también aprobaron la suscripción de un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por 200 millones de dólares.
El ministro Zelaya explicó, al presentar las iniciativas de financiación, que este será un «reembolso» de recursos, dado que «ya fueron ejecutados» en la entrega de subsidio para los combustibles.
Estos recursos provendrían del «Programa Temporal de Apoyo ante la Crisis de los Combustibles en El Salvador», para reembolsar los costos que tiene la eliminación temporal de impuestos de los combustibles y gas propano.
Para que se concrete la suscripción del préstamo y la emisión del bono, la Asamblea Legislativa debe ratificarlos en una nueva votación.
De acuerdo con la economista salvadoreña, Tatiana Marroquín, con la compra anticipada El Salvador «podría ahorrarse dinero, pero estaría incumpliendo su compromiso de pagar de acuerdo a lo establecido».
«Esto, contrario a lo que expresan, no es una muestra de capacidad de liquidez para pagar. Sino incapacidad de honrar deuda de acuerdo a lo establecido», indicó en redes sociales la experta.
Agregó que, «en sentido muy estricto, recomprar deuda es default (impago)».
La agencia calificadora Moody’s anunció, a inicios de mayo, que redujo la nota de El Salvador de emisor en moneda extranjera a largo plazo a «Caa3» de un «Caa1» previo a raíz de la posibilidad de un impago de la deuda, que el país debe amortizar en 2023 y 2025, y a la falta de un «plan creíble».
Indicó que esta rebaja se dio por el aumento de la probabilidad de que se produzca un «evento crediticio», sea «reestructuración, canje de deuda o impago».