La Habana, 5 sep (EFE).- La compañía estatal Unión Eléctrica (UNE) de Cuba estimó para este lunes un déficit energético máximo del 21 % por falta de capacidad de generación.
El déficit vuelve a caer así por quinto día consecutivo, luego de que el pasado miércoles alcanzara la tasa récord del 50 %. Se prevé, sin embargo, que los cortes en el suministro eléctrico afecten durante el día a distintas zonas del país.
Los prolongados e incómodos apagones afectan desde hace meses a toda la isla -incluida La Habana desde agosto-, con cortes que en ocasiones llegan a 12 horas consecutivas.
La UNE prevé para este lunes que la capacidad de generación en el horario pico sea de 2.508 megavatios (MW) para una demanda máxima de 3.050 MW, lo que supone un déficit de 542 MW. La afectación máxima será de 612 MW.
Los cortes eléctricos -debidos a fallos y roturas en las anticuadas centrales termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- son cada vez más frecuentes en el país.
Según datos de la UNE cotejados por Efe, en 60 de los 62 días de julio y agosto se registraron cortes del suministro eléctrico en la isla.
El Gobierno cubano anunció recientemente que espera reducir de forma sensible los apagones para finales de año a través de reparaciones y nuevas inversiones.
Los apagones afectan todos los ámbitos de la economía y de forma notable la vida diaria de los cubanos. La situación está generando descontento social en un país que lleva dos años en una grave crisis económica.
En las últimas semanas se han producido decenas de protestas por los apagones, entre las que destacan las dos noches consecutivas de manifestaciones en Nuevitas (oriente).
Los apagones fueron uno de los principales motivos tras las protestas contra el Gobierno del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas.
Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.
Además, el Gobierno cubano busca reducir la dependencia nacional del combustible fósil y cuenta con un plan para que en 2030 el 37 % de su mix energético provenga de fuentes renovables.
