Montevideo, 30 mar (EFE).- Minimizar el impacto en el bolsillo de la población y en los costos de producción es el objetivo del plan que el Ejecutivo uruguayo prepara para hacer frente a la subida de precios de combustibles y de productos básicos, como la harina o el aceite, generada como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Así lo manifestó este miércoles el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, tras la presentación de un fondo que incentiva la inversión para la producción de hidrógeno verde en Uruguay.
Paganini adelantó que «probablemente» este jueves el Gobierno anunciará los aumentos de los combustibles que se dan como consecuencia de la crisis energética mundial causada por los conflictos bélicos y la pandemia de la covid-19.
Asimismo, indicó que el Ejecutivo está haciendo el «máximo esfuerzo» para que el aumento de precio de gasoil y gasolina sea el menor posible.
Advirtió también de que si bien el aumento de combustibles será «probablemente menor» del propuesto por la petrolera estatal Ancap, el subsidio al combustible que está dando el Gobierno al habilitar niveles de endeudamiento a la empresa no es sostenible en el largo plazo.
«Tenemos la esperanza de que la volatilidad del mercado debido a la conflictividad se calme», afirmó.
Por último, señaló que el impacto de la suba de precios también repercutió en el trigo y los oleaginosos con un «impacto inflacionario mundial» que «no es fácil» de contener para una economía pequeña como la de Uruguay.