Bogotá, 28 jun (EFE).- La junta directiva del Banco de la República, autoridad monetaria de Colombia, revisó al alza, del 6 al 6,5 %, el crecimiento de la economía para 2021, al tiempo que mantuvo la tasa de interés en el 1,75 %.
El gerente del banco, Leonardo Villar, explicó que en el primer trimestre de 2021 la economía alcanzó un crecimiento mayor al esperado, dinamismo que se mantuvo en abril.
El funcionario indicó que la tercera ola de la pandemia, y en mayor medida los bloqueos a las vías y los problemas de orden público, se «reflejarán en una menor actividad económica durante el segundo trimestre».
«Pese a ello, el buen desempeño hasta abril justificó una revisión del pronóstico de crecimiento del PIB para 2021 de 6 % a 6,5 % en el escenario central», explicó Villar.
La economía de Colombia se expandió un 1,1 % en el primer trimestre por la reapertura de sectores en medio de la pandemia.
INFLACIÓN POR ARRIBA
De otro lado, el Banco dijo que la inflación anual en mayo de 3,3 % superó los pronósticos y que esta fue presionada por el grupo de alimentos (9,52 %), en especial por los alimentos perecederos (18,16%), debido a las dificultades de abastecimiento en diversas ciudades.
Los bloqueos derivados de las protestas contra el Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, comenzaron el 28 de abril, causando que varias ciudades, especialmente las del suroeste, sufrieron desabastecimiento de alimentos y medicinas.
La información añadió que a pesar del crecimiento de la demanda externa y de la mejora de los términos de intercambio se proyecta un mayor déficit de cuenta corriente consistente con el mejor dinamismo de la demanda interna.
En los Estados Unidos, la inflación sorprendió al alza y su valor esperado se mantiene por encima de la meta de 2 % que persigue la Reserva Federal.
«Esto ha generado expectativas sobre la posibilidad de que se adelante el inicio de la normalización de la política monetaria en ese país, lo que tornaría las condiciones financieras internacionales menos favorables y afectaría el apetito por riesgo para inversiones en las economías emergentes», dijo el Emisor en un comunicado.
Dada la situación fiscal y de endeudamiento público, de no lograrse el ajuste fiscal requerido en las finanzas públicas se comprometería el acceso al financiamiento y aumentaría su costo, lo cual eventualmente reduciría el espacio de la política monetaria para seguir apoyando la recuperación de la actividad económica y el empleo.
«Bajo estas condiciones y teniendo en cuenta el balance de riesgos, la Junta decidió por unanimidad mantener la tasa de intervención de política monetaria en 1,75 %», concluyó el Banco de la República en su sexta sesión de este año.