La Paz, 30 may (EFE).- El Gobierno boliviano concluyó este martes que la muerte del interventor del banco Fassil, Carlos Colodro, quien cayó del piso 15 de un edificio, fue un «suicidio» y descartó la participación de otras personas en ese suceso.
«Hemos investigado todas y cada una de las hipótesis» y «todos los elementos periciales técnicos han demostrado que ha sido un suicidio», aseveró el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en una conferencia de prensa.
El Ministro de Gobierno presentó esta jornada los resultados de los estudios en medicina forense, revisión fílmica, planimetría, grafología y declaraciones de personas para establecer el contexto del fallecimiento de Colodro.
El pasado sábado por la noche se supo que un hombre cayó de un edificio en la ciudad oriental de Santa Cruz y poco después se confirmó que se trataba del interventor del Banco Fassil, una de las entidades financieras más grandes de Bolivia.
Los informes preliminares establecieron que la muerte fue por un «shock traumático, laceración múltiple de órganos internos y politraumatismo por precipitación» y que Colodro dejó una carta póstuma.
Los abogados de la familia del interventor cuestionaron que el cuerpo haya tenido heridas previas al impacto con el suelo y puso en duda la veracidad del manuscrito, por lo que la Fiscalía inició una investigación bajo la figura de homicidio-suicidio.
Esta jornada, Del Castillo basó su afirmación en los registros de las cámaras de seguridad que mostraron que el interventor ingresó «completamente solo» al edificio en el que operaban algunas oficinas del Banco Fassil.
Asimismo, que Colodro saludó al guardia de seguridad e ingresó a varios espacios y que poco después «se arrojó del balcón» y que «no fue lanzado ni obligado a hacerlo», precisó.
Del Castillo indicó que la precipitación del cuerpo fue por una especie de canal formado por el espacio entre los balcones y que durante la caída golpeó varias veces con los laterales, por lo que así se explican «las graves lesiones y múltiples cortes».
La autoridad también confirmó que la carta póstuma que se halló en una agenda del interventor y en la que explica algunas razones de su decisión «fue escrita» por el fallecido.
El ministro mencionó que algunos allegados aseguraron que, tras asumir el cargo de interventor, Colodro «presentaba preocupaciones» y sentía «mucha presión laboral», por lo que se valoró que «tenía una depresión».
A fines del mes pasado, el Gobierno nombró a Colodro como interventor del Banco Fassil y este inició el procedimiento para que otras entidades financieras se hagan cargo de los depósitos de los clientes y se haga la «migración» de cuentas y otros servicios.
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) atribuyó la crisis en el Banco Fassil a las «malas prácticas de sus ejecutivos y directivos» y «manejos irregulares» por parte de su grupo empresarial.
Por ello, varios de los principales ejecutivos de la entidad fueron procesados penalmente y están encarcelados.
La crisis de Fassil coincidió con la falta de liquidez de dólares en el sistema financiero boliviano hace un par de meses.