Santiago de Chile, 12 ago (EFE).- El Gobierno de Chile reconoció este miércoles que el retiro anticipado de los fondos de pensiones está teniendo un impacto «positivo» en la mermada economía del país, pese a haberse mostrado muy crítico con la medida y haber votado en contra de la ley.
«A nosotros no nos gustaba mucho este proyecto porque tiene una contrapartida que es muy costosa (…) pero tiene efectivamente un impacto positivo, porque es una inyección del liquidez que activa el consumo doméstico», admitió el ministro de Economía, Lucas Palacios.
El Parlamento chileno aprobó el pasado 23 de julio una histórica ley que permite retirar de manera anticipada hasta un 10 % de los fondos de pensiones mientras dure la pandemia y que busca aliviar a la castigada clase media, que representa casi la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile.
Según la Superintendencia de Pensiones, el 77 % de los 11 millones de afiliados al sistema han solicitado hasta ahora el retiro de sus fondos y más de 3,6 millones de afiliados ya recibieron cerca de 5.000 millones dólares.
«El consumo doméstico de las familias ha caído muchísimo y esta inyección del 10 % va a reactivar eso y va a mitigar la caída en el crecimiento de este año», apuntó el ministro a Radio Universo.
Chile, con 378.168 infectados y 10.205 muertos, parece haber controlado la pandemia y se prepara para abrir de manera gradual la economía, que cayó un 12,4 % y 15,3 % en junio y mayo, respectivamente.
El Banco Central estima que el PIB chileno se contraerá hasta un 7,5 % este año por el coronavirus, aunque algunos economistas consideran que el desplome podría ser menor al 6 % por el efecto del retiro anticipado.
La aprobación de la ley, que contó con el voto de diputados oficialistas y tuvo un gran apoyo ciudadano, abrió un cisma en la coalición gubernamental que preside Sebastián Piñera y forzó un profundo cambio de gabinete, que incluyó a poderosas carteras como Interior o Relaciones Exteriores.
«Parte importante de ese retiro va a inyectarse a la economía en forma de liquidez y eso activa también la cadena de pagos, eso genera movilidad. La verdad que este año va a tener un impacto positivo», agregó Palacios.
Ideado por uno de los hermanos del actual mandatario e instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el sistema de pensiones chileno fue pionero en establecer la capitalización individual del trabajador y se replicó en otros países latinoamericanos.
Los fondos son gestionados por las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), empresas privadas que obtienen beneficios millonarios tras invertir los ahorros en los mercados y que son muy criticadas por las bajas pensiones que otorgan.
La transición hacia un modelo más solidario y con mejores pensiones es uno de las principales demandas del estallido social que sufrió el país a finales del año pasado y que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.