Lima, 12 nov (EFE).- El presidente de Perú, Manuel Merino, tomó este jueves el juramento a su gabinete de ministros y prometió que no hará «ningún cambio traumático» durante el periodo de transición que debe dirigir hasta el próximo 28 de julio tras la destitución de Martín Vizcarra.
Merino, quien era presidente del Congreso y asumió el cargo el martes pasado, hizo este pronunciamiento ni bien tomó el juramento a su gabinete, con la intención de despejar el rechazo de la ciudadanía y ante los temores de que dará pase al populismo.
La asunción de Merino y la designación del veterano conservador Antero Flores-Aráoz como primer ministro han enervado los ánimos de la ciudadanía, por considerar que representan a una rancia clase política con escaso interés por las mayorías y la democracia.
Flores-Aráoz fue legislador entre 1990 y 2005 por el conservador Partido Popular Cristiano (PPC), candidato a la Presidencia en 2016 y ministro de Defensa en el segundo gobierno del fallecido exmandatario Alan García (2006-2011).
VIEJOS ROSTROS CONOCIDOS
Entre las figuras convocadas para conformar el gabinete de Merino están también otros allegados al partido de García, como el ministro de Salud, Abel Salinas, hijo de un conocido militante del Partido Aprista y que ocupó el mismo cargo en el gobierno del economista Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Asimismo, Augusto Valqui, el exministro durante el primer gobierno de García, juró como nuevo titular de Transportes y Comunicaciones y le dedicó su designación a la memoria del fundador del Partido Aprista Víctor Raúl Haya de la Torre.
A pesar de ello, su nombramiento generó rechazo de otros líderes apristas como el excongresista Jorge del Castillo, quien le pidió a Merino que no le tome el juramento porque sería «un craso error que nos ofende a los apristas y a la memoria de Alan García», porque Valqui fue un abierto detractor del exmandatario.
Tanto García como Kuczynski han sido vinculados con el escándalo de corrupción de Odebrecht, al igual que Ollanta Humala (2011-2016), en cuyo gobierno se desempeñó Carlos Herrera como ministro de Energía y Minas, la misma cartera en la que juró este jueves.
Del Gobierno de Kuczynski proviene además el nuevo ministro de Educación, Fernando D’Alessio; mientras que la ministra de la Mujer, Patricia Teullet, fue viceministra de Economía durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) cuando Kuczynski era el titular de esa cartera.
COLORES POLÍTICOS
Merino ha remarcado que ha convocado a profesionales de alto nivel para integrar su gabinete, sin prestar interés en su color político, aunque estos representan sobre todo a sectores de centro-derecha, con fuertes lazos en ámbitos empresariales y paso por la administración pública.
Varios de los proyectos que el Congreso, que también preside Merino, ha impulsado en los últimos meses fueron calificados de populistas por poner en peligro la grave situación del Tesoro Público en un contexto de crisis económica y sanitaria por la pandemia.
Por tal motivo, el gobernante subrayó este jueves que durante su «gobierno de transición» no van a abandonar a la población que necesita «más atención que nunca», como tampoco va «a producir ningún cambio traumático».
«El Estado debe seguir funcionamiento y respetando el trabajo técnico de todas las instancias», afirmó.
RECHAZO PERSISTE EN CALLES
Sin embargo, las dudas persisten entre los sectores políticos y civiles, que consideran que varios de los ministros pueden presentar conflictos de interés, incluido el primer ministro Flores-Aráoz, cuyo estudio de abogados representó a una universidad que ha demandado a las autoridades por negarle la licencia de funcionamiento.
La toma de juramento del nuevo gabinete no ha traído la calma que Merino ha pedido a la población, que mantiene sus protestas desde la destitución de Vizcarra, y este jueves se reunirá en una manifestación que, se prevé, será multitudinaria.
«Respetamos a quienes tienen una opinión discrepante, pero hacemos un llamado a la calma para que cualquier manifestación se realice dentro de la tranquilidad», expresó Merino anticipándose a la nueva jornada de protesta convocada a nivel nacional desde las redes sociales.
Mónica Martínez