Lima, 3 ago (EFE).- El Gobierno de Perú planteó este lunes al Congreso un ambicioso plan para su último año de gestión, que pone énfasis en el impulso de la recuperación económica, con énfasis en la sanidad, la educación y el desarrollo social, para enfrentar la crisis generada por la pandemia de COVID-19.
La política de gestión fue desarrollada durante una exposición de casi cuatro horas por el primer ministro, Pedro Cateriano, quien se presentó ante el pleno del Legislativo para solicitar la aprobación a su investidura durante el último año de mandato del presidente Martín Vizcarra.
Cateriano detalló que, en ese contexto, el Consejo de Ministros que preside se concentrará en la lucha frontal contra la pandemia, con prioridad «en la salud de todos los peruanos», y en crear las condiciones para relanzar la economía y reactivar el aparato productivo «con énfasis en la recuperación del empleo digno».
También en «seguir apoyando la educación en todos sus niveles» para asegurar la continuidad del proceso educativo de los niños y jóvenes, mantener la lucha contra la corrupción y la delincuencia, y garantizar que en abril de 2021 se celebren «elecciones libres, neutrales y democráticas».
IMPACTO DE LA PANDEMIA
Cateriano enfatizó que su mensaje es «realista» y dijo que el escenario que afronta Perú «es muy complejo», porque a la pandemia, que hasta el momento ha dejado más de 450.000 casos confirmados «y se ha llevado la valiosa vida de miles» de sus compatriotas, «se suma la necesidad de reactivar el aparato productivo».
«Los peruanos, con anterioridad, hemos superado enormes dificultades a lo largo de nuestra historia y ahora, estoy seguro, lo haremos nuevamente unidos. Estamos en un año previo al bicentenario de nuestro país, y tenemos la convicción de que nos levantaremos en el menor tiempo posible», remarcó.
El presidente del Consejo de Ministros sostuvo que ante este «reto inesperado», se debe tener en cuenta que las medidas que se tomen hoy «serán juzgadas por las generaciones futuras».
«No lo olvidemos. Serán ellas las que nos califiquen si lo dejamos todo, si estuvimos a la altura de este enorme reto», acotó.
Cateriano reiteró que el principal objetivo del Ejecutivo es «luchar frontalmente» contra la COVID-19 y que a pesar de que la actual crisis económica implicará una caída en el presupuesto nacional para 2021 se hará «un esfuerzo fiscal para continuar con el incremento del presupuesto para la salud».
En ese sentido, reiteró que para julio de 2021, cuando termine el Gobierno de Vizcarra, todos los peruanos contarán con un seguro de salud y se tiene «como máxima prioridad concretar una adquisición transparente y oportuna para el país» de la futura vacuna contra la enfermedad.
IMPULSO A LA ECONOMÍA
El primer ministro aseguró que las medidas económicas del primer semestre de este año «estuvieron destinadas a cuidar la salud de la población y a dar apoyo económico a las familias y a las empresas para que puedan sobrellevar el periodo la cuarentena ordenada para enfrentar a la epidemia.
«El esfuerzo para los próximos meses será el de reconstruir lo más rápido posible los ingresos de las familias, los empleos y la actividad económica, siempre protegiendo la salud de todos los peruanos», anunció.
En ese sentido, el plan económico para los próximos doce meses dará prioridad a la protección de las familias y de sus ingresos, la inversión privada como motor del crecimiento económico, las políticas sectoriales para impulsar el crecimiento económico y la inversión pública para dinamizar la economía.
PROYECTOS DE INVERSIÓN
Cateriano también enfatizó en la necesidad de impulsar la inversión privada como «el motor fundamental del crecimiento económico sostenido» y remarcó que la paralización de la actividad productiva «ha causado en el primer semestre de este año una caída cercana al 40 %» de esa inversión en el país.
«Este es un factor de riesgo para la recuperación económica en el corto y mediano plazo. La meta fijada este año por el Gobierno es revertir esta tendencia negativa de la inversión privada y recuperar en el más breve plazo los niveles de inversión previos a la crisis del COVID», comentó.
El Gobierno también busca «que las expectativas de los inversionistas continúen recuperándose», por lo que su objetivo para este año es «impulsar la inversión minera, la inversión en infraestructura y la inversión diversificada tanto a nivel de gran empresa como pequeña empresa».
Cateriano mencionó que existen proyectos para este y el próximo año con una inversión total de unos 5.500 millones de dólares, entre los que figuran uno de masificación del gas natural del yacimiento de Camisea, en la región sureña del Cusco, por unos 200 millones de dólares.
También la modernización del ferrocarril andino entre las localidades de Huancayo y Huancavelica, que implicará una inversión de 232 millones de dólares, la adjudicación de subestaciones eléctricas por unos 100 millones de dólares.
Entre los proyectos, se contempla además la adjudicación de una línea de transmisión eléctrica en la región norteña de Piura, por 163 millones de dólares, y de una planta de tratamiento de aguas residuales de Puerto Maldonado, por unos 70 millones de dólares.
Para 2021 se desarrollarán proyectos de bandas de espectro radioeléctrico para mejorar la calidad y cobertura de los servicios de telecomunicaciones e iniciar el camino hacia los servicios de tecnología 5G y se invertirán unos 300 millones de dólares para implementar una propuesta tecnológica innovadora que buscará beneficiar a más de 500.000 habitantes de la Amazonía del país.
COMO UN SOLO PUÑO
«Hoy, como nunca, debemos actuar como un solo puño para salir adelante ante la adversidad. La lucha va a demandar mucho trabajo, paciencia y sacrificio. Pero la recompensa será muy grande, pues estaremos contribuyendo a doblegar la pandemia y a seguir construyendo el Perú que soñamos», enfatizó Cateriano.
En ese sentido, el primer ministro, quien asumió el cargo el pasado 15 de julio en reemplazo de Vicente Zeballos, aseguró que el equipo que preside «está comprometido» con la ejecución de este plan «en todos sus alcances, pero es claro que el éxito implica el compromiso de todos los peruanos».
A poco menos de un año para el bicentenario de la independencia de Perú, que se celebrará el 28 de julio de 2021, este plan busca reflotar una economía que ha sufrido millones de pérdidas de empleos y ha visto crecer la informalidad e incrementarse la pobreza hasta un punto que puede implicar un retroceso de diez años para el país, según alertó el primer ministro.
David Blanco Bonilla