Buenos Aires, 13 jun (EFE).- El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, descartó que el Gobierno de Alberto Fernández vaya a entrar en un cese de pagos de la deuda emitida en moneda local, en un contexto en que los instrumentos atados a la inflación del Tesoro enfrentan una presión vendedora.
“En cuanto a la barbaridad de ‘defaultear’ (caer en impago) deuda en pesos: nuestro Gobierno jamás haría eso. El crédito en moneda propia es un pilar de todo Estado soberano”, tuiteó Guzmán.
El tuit respondía a una nota periodística que alertaba que el Banco Central seguirá comprando bonos hasta que se “estabilice” la situación y que la instrucción es “no dejar que el mercado en pesos entre en default” (cese de pagos).
Al respecto, un informe de la consultora Quantum señaló que “en estos momentos aparecen percepciones de riesgo vinculado a la capacidad del sector público de seguir financiando los vencimientos y otras necesidades de caja” en pesos argentinos.
En este contexto, durante el miércoles y jueves pasado se produjo un “movimiento bajista» que fue «rápido y violento” de los precios de la deuda atada a la inflación, con alguna recuperación el viernes último “de la mano de la intervención oficial” del Banco Central y la Administración Nacional de Seguridad Social, indicó por su parte un informe de Delphos Investment.
El derrumbe de los bonos atados a la inflación responde a “la persistente incertidumbre sobre un reperfilamiento de títulos en pesos que vencen a partir de 2024”, explicó Delphos Investment, así como también a “posiciones fuertemente apalancadas” y a “grandes retiros” en fondos comunes de inversión.
Los analistas consideran que la salida fuerte de los inversores de los bonos atados a la inflación fue el disparador del alza de los tipos de cambio paralelos en su versión financiera, de 9,9 % en su versión «dolar MEP» y 12,6 % en su versión contado con liquidación en lo que va del mes.
El Tesoro enfrentará una “prueba” en el mercado el martes próximo, en un llamado a licitación que incluye cinco letras, dos de ellas ajustables por inflación, que vencen en 2022, aunque la “verdadera” prueba de mercado será el 28 de junio próximo, cuando el Gobierno deberá renovar casi 600.000 millones (4.926,5 millones de dólares) en vencimientos, alertó Consultatio.
Si el Tesoro no logra enfrentar las próximas licitaciones no quedaría otra alternativa que profundizar el financiamiento monetario, con efectos adversos en la ya alta inflación y expectativas de devaluación.
Pocos meses después de llegar al poder, y para evitar entrar en cese de pagos, el Gobierno de Alberto Fernández logró concretar en septiembre de 2020 reestructuraciones de títulos de deuda en moneda extranjera en manos de acreedores privados, emitidos tanto bajo ley extranjera como ley local, por un valor conjunto de unos 105.000 millones de dólares.
Asimismo, en marzo de este año llegó a un acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar el préstamo de 44.000 millones de dólares otorgado en 2018.