Buenos Aires, 13 sep (EFE).- El próximo 20 de septiembre se cumplirá medio año desde que el Gobierno argentino instauró el aislamiento obligatorio por el coronavirus, unas restricciones que se han ido relajando en varios puntos del país hasta dar lugar a nuevas formas de ocio presencial, con funciones de teatro, cine y conciertos desde la comodidad del auto.
Así, a principios de septiembre comenzaron a surgir numerosas iniciativas de este tipo tanto en la capital argentina como en la provincia de Buenos Aires, las dos regiones más golpeadas por la pandemia y en donde ahora se está viendo, poco a poco, un resurgir de la vida social con la flexibilización de la cuarentena.
Y es que aunque los teatros, cines y conciertos están prohibidos en todo el país desde el pasado 20 de marzo, estos espectáculos están volviendo a celebrarse, eso sí, con el público resguardado en sus vehículos y bajo estrictos protocolos sanitarios.
VUELVE EL AUTOTEATRO Y EL AUTOCINE
Uno de los eventos más aclamados fue precisamente la inauguración el pasado 5 de septiembre del Autoteatro Seminari con el estreno de «Mañana, el Show», un espectáculo -el primero en esta modalidad teatral- que tuvo lugar en la municipalidad bonaerense de Escobar.
Según sus organizadores, las entradas se agotaron «rápidamente» en la primera función y un tropel de vehículos, con un máximo de cuatro personas en su interior, llenó el espacio frente al escenario, con los conductores haciendo sonar las bocinas al ritmo de la música.
«En el actual contexto de pandemia, donde la gente necesita de la cultura, para nosotros tiene un valor enorme que los artistas puedan expresarse. Hay que comenzar de a poco a convivir con el coronavirus (…). El autoteatro es una forma de apoyar a los artistas, pero también de apostar a la felicidad de nuestros vecinos», manifestó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Ante la buena acogida del autoteatro, cuyo costo por vehículo ascendió a 1.000 pesos (unos 13 dólares), la municipalidad subrayó su deseo de celebrar más eventos de este tipo en el futuro para así «consolidar un espacio de expresión» para los artistas nacionales y locales.
Todo el funcionamiento de este autoteatro se inspiró muchísimo en los autocines, como el porteño Atlas La Rural, que este viernes abrió por primera vez sus puertas desde la irrupción de la pandemia.
Con capacidad para 120 vehículos y una pantalla de 14 metros de largo por 8 metros de ancho, este espacio emitirá películas de lunes a domingo, con un coste de 1.500 pesos por coche (alrededor de 19 dólares).
LOS CONCIERTOS, TAMBIÉN DESDE EL COCHE
Teatros y cines no son los únicos que se adaptaron a las nuevas circunstancias pandémicas: también lo hicieron músicos como el cantautor argentino Coti Sorokin, que el pasado 5 de septiembre realizó el primer «autoconcierto» desde el inicio de la pandemia en Argentina.
El recital, que tuvo lugar en la localidad bonaerense de San Isidro, con el Río de la Plata como telón de fondo, se celebró ante unas 700 personas en sus respectivos vehículos, separados por una distancia social que, con todo, no impidió a los espectadores disfrutar de la música.
El público siguió con sus bocinas el compás de canciones tan populares como «Nada fue un error», «Andar conmigo» o «Tu nombre», así como otras más recientes como «Por ahí», compuesta por el cantautor en el confinamiento.
En cualquier caso, estas nuevas formas de ocio presencial se suman a las ya asentadas durante los últimos meses en el país suramericano, un tiempo en que músicos, teatros y museos siguieron en contacto con sus seguidores a través del «streaming».
