La Paz, 3 sep (EFE).- El oro se ha convertido en un activo importante en las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia, con un 41 por ciento de participación en su estructura y una cotización que el mes pasado superó los 2.000 dólares la onza troy.
Al 27 de agosto, las RIN bolivianas llegaron a 6.667 millones de dólares, compuestas en un 59 por ciento por reservas monetarias y el porcentaje restante en oro, según datos proporcionados a Efe por el Banco Central de Bolivia (BCB).
La cifra supone una recuperación de 199,5 millones de dólares respecto a la registrada al 31 de diciembre de 2019, pero una disminución de 1.649,9 millones en relación al 30 de junio del año pasado.
Esta disminución se debe principalmente a la «elevada demanda» de dólares en efectivo que se dio en la economía boliviana en octubre y noviembre, «como resultado de la convulsión social» posterior a las elecciones generales, indicó el ente emisor en un cuestionario respondido a Efe.
El ratio de reservas internacionales respecto al producto interior bruto (PIB) del país alcanza a 17 por ciento y permite cubrir más de siete meses de importaciones de bienes y servicios, «lo que refleja el adecuado nivel para respaldar la economía», resaltó.
EL ROL DEL ORO
Hasta fines de agosto, el Banco Central mantenía 42,9 toneladas de oro como parte de las RIN, equivalentes al 41 por ciento del total, frente al 33 por ciento que registraba al 31 de diciembre pasado, siendo «uno de los activos más importantes de las reservas».
El aumento se debe «a la importante apreciación del precio internacional del oro en los mercados financieros internacionales» durante esta presente gestión, según el Banco Central.
Esto responde al incremento de la demanda del metal precioso «como activo de refugio y de inversión en un escenario de alta incertidumbre y desaceleración económica mundial, así como de bajas tasas de interés, ocasionado por el impacto global» de la COVID-19, explicó la entidad.
El más reciente Informe de Política Monetaria del BCB resaltó que pese a un contexto económico adverso, los niveles de las reservas internacionales se mantuvieron estables durante el primer semestre del año.
Entre otros factores, el ente emisor mencionó a Efe que se tuvo una balanza comercial «menos deficitaria» como consecuencia de una reducción en las actividades económicas del país con el resto del mundo a causa de la pandemia, una menor demanda de dólares por parte del sistema financiero y público y «también por el aporte positivo en la valoración de las reservas de oro» en este periodo.
El Banco Central destacó que las reservas están «adecuadamente diversificadas» en inversiones «de alta calidad crediticia y elevada liquidez» y el oro es «uno más» de sus activos.
Según la entidad, la perspectiva del metal en los mercados financieros internacionales es positiva, teniendo en cuenta sobre todo la «elevada incertidumbre en la recuperación económica global».
«Sin embargo, de acuerdo con las expectativas del mercado, una reducción en el precio del oro podría darse una vez mejoren estas perspectivas de crecimiento o se logre la producción de alguna vacuna efectiva contra el virus», apuntó el BCB.
En un contexto de incertidumbre en los mercados financieros internacionales, el Banco Central aseguró que «continuará invirtiendo» las reservas precautelando su «seguridad y liquidez» y que evalúa permanentemente distintas estrategias para fortalecerlas.