Quito, 24 mar (EFE).- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, sufrió este jueves un serio revés al quedarse sin su Ley de Inversiones, una herramienta clave de su Gobierno que buscaba revitalizar la economía del país y que fue archivada por la oposición al votar contra ella en la Asamblea Nacional (Parlamento).
Con esta iniciativa legislativa, Lasso esperaba atraer para el país hasta 30.000 millones de dólares en inversiones y con ello generar dos millones de puestos de trabajo, bajo una apuesta por impulsar las Asociaciones Públicas-Privadas (APP) para ejecutar diferentes proyectos estratégicos.
Antes del decisivo debate en el pleno de la Asamblea, el Ejecutivo había justificado su propuesta bajo la premisa de que la ley permitía generar empleo con las inversiones esperadas en sectores como el petrolero, minero, energético, de telecomunicaciones y de infraestructuras.
El propio presidente Lasso tuvo una importante participación en el debate público sobre el proyecto legal, al que había calificado como una oportunidad para echar a andar al país por la senda del desarrollo.
Sin embargo, el proyecto de ley encontró un tajante rechazo y desconfianza de la izquierda en Ecuador, incluidos los movimientos sociales como las organizaciones indígenas y los sindicatos, que temían fomentaran la privatización de empresas públicas y favoreciera al sector privado en detrimento de las arcas estatales.
FUERTE OPOSICIÓN
Así, en la votación definitiva, la Ley de Inversiones de Lasso fue rechazada con los votos de 87 asambleístas, casi el doble de los 44 que estaban a favor de la iniciativa, mientras que otros tres votaron en abstención.
En contra de la iniciativa legislativa votaron la Unión por la Esperanza (Unes), la primera fuerza en el Parlamento, compuesta por afines al correísmo (del expresidente Rafael Correa), a los que se sumaron el movimiento indigenista y plurinacional Pachakutik y la Izquierda Democrática (socialdemocracia).
La Asamblea revirtió así una norma propuesta por el presidente, igual que el mandatario había hecho la semana anterior cuando vetó parcialmente la ley que despenalizaba y regulaba el aborto por violación, en cumplimiento de una sentencia de la Corte Constitucional.
Este último resultado en el Legislativo, donde el Ejecutivo está en minoría, evidenció la dificultad que va a encontrar el mandatario para poder sacar adelante las principales reformas que pretende formular tras llegar al poder hace 10 meses.
LLAMADOS A MUERTE CRUZADA
Ante el fracaso para aprobar esta norma crucial para el Gobierno, ya hay voces del oficialismo que han apelado a la «muerte cruzada», una fórmula contemplada en la Constitución donde el presidente puede disolver el Parlamento y legislar mediante decretos por un año hasta que se celebren nuevas elecciones.
Preguntado por esta posibilidad, Lasso aseguró el pasado martes que prefería esperar a ver el resultado de la votación en la Asamblea antes de pensar en ese escenario.
Una vez conocido, el gobernante, visiblemente molesto, tildó de «ladrones» a los legisladores que rechazaron su propuesta al acusarlos de condicionar su voto a cambio de prebendas como obras para sus provincias e incluso dinero y exoneraciones tributarias.
«Hoy, la Asamblea Nacional le dio la espalda al país», a mujeres y jóvenes que claman por empleo, dijo el mandatario en un mensaje en redes sociales, donde denunció que legisladores incluso intentaron chantajear al Gobierno.
«Esta ley ha sido negada porque no hemos aceptado el chantaje» de políticos que han pedido «hospitales, empresas eléctricas, ministerios a cambio de sus votos», aseguró Lasso, quien incluso señaló al líder y excandidato presidencial de Izquierda Democrática, Xavier Hervás, de pedirle favores económicos.
«Son ladrones y corruptos, hay que decirlo claro» y el pueblo está «indignado contra estos políticos», insistió el gobernante conservador y exbanquero.
NO SE DA POR RENDIDO
El presidente ecuatoriano anticipó que analizará «todas las alternativas» que le permita la Constitución «para insistir y luchar por esa oportunidad que aspira el pueblo ecuatoriano» de disponer de una ley de inversiones.
Ante las acusaciones de Lasso, Izquierda Democrática salió a desmarcarse y a catalogar de «calumnias» las declaraciones del presidente.
«Un proyecto de Ley de esta magnitud y con este tipo de actitudes y presiones no podemos dar paso”, insistió el asambleísta Marlon Cadena, de la ID.
Frente al enojo de Lasso, el archivo de la Ley de Inversiones también ha sido bien recibido por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que había calificado la iniciativa como «el más grande asalto a los bienes públicos y patrimonio de todos los ecuatorianos».