El presidente estadounidense, Joe Biden, realizó una visita a Medio Oriente por Israel, los Territorios Palestinos Ocupados y Arabia Saudita, donde ratificó el compromiso de los Estados Unidos con la seguridad de estos Estados.
Y en medio de polémica, el mandatario norteamericano conversó con Arabia Saudita sobre el incremento de la producción de petróleo. Biden se distanció de este país en la campaña electoral y durante sus primeros 18 meses en la Casa Blanca, pero el contexto geopolítico en Medio Oriente lo obliga a rever su doctrina y sus relaciones con los mismos.
En este viaje, reiteró su compromiso con las naciones; esto, en medio de las tensiones por las amenazas del programa nuclear iraní y tratando de garantizar un mayor flujo de petróleo para revertir el alza de los precios.
Si bien las reuniones presenciales en la región pueden rendir dividendos con el tiempo, el presidente volvió a los Estados Unidos sin mucho que mostrar a los votantes en su país, el resultado son pocos beneficios internos claros.
En un momento en que el índice de aprobación de su administración ha alcanzado uno de los niveles más bajos, vuelve sin compromisos de aumentar la producción del petróleo y siguen con las polémicas sobre lo social en su país, el derecho al aborto y la violencia armada.
El viaje se dio luego de que los demócratas acusaran a Arabia Saudita de paria, luego del asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi. Y los grupos de derechos humanos se sienten traicionados por Biden luego de este viaje. Incluso el editor de The Washington Post, Fred Ryan, calificó el saludo con puño que tuvo Biden con el líder Saudita Mohammed bin Salman como vergonzoso y comentó que la próxima víctima está en sus manos.
Un punto clave de esta reunión es dejar en claro que Estados Unidos no dejará espacios libres para que se los lleven China, Rusia o Irán. Su compromiso por seguir construyendo una mejor relación y reconstruir en la región es uno de los objetivos de la administración actual.
Los líderes, asimismo, abordaron temas como la seguridad alimentaria, el cambio climático, la estabilidad y seguridad regional, y la continua amenaza del terrorismo.
Biden tiene previsto participar del Consejo de Cooperación del Golfo próximamente, en donde se reunirá con dirigentes de Arabia Saudí, Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, y también participarán Egipto, Irak y Jordania. Podría ser una cumbre clave para las relaciones de Estados Unidos y estas naciones, tener más participación en el contexto geopolítico y llegar a acuerdos o proyectos más importantes y seguros a largo o corto plazo.