Buenos Aires, 10 oct (EFE).- El dólar paralelo o ‘blue’ batió un nuevo récord histórico en Argentina este martes al superar la barrera de los 1.000 pesos por unidad y una brecha cercana al 190 % respecto al tipo del cambio oficial, en medio de la inestable situación macroeconómica del país y la incertidumbre preelectoral.
El dólar ‘blue’, al que se vuelcan los ahorristas ante las restricciones para acopiar divisas en el mercado oficial, aumentó 105 pesos o un 11,1 % más desde el cierre de este martes, hasta los 1.050 pesos bajo una nueva marca de brecha cambiaria del 187 %, respecto del oficial que se mantiene en 365,50 pesos.
Este fue el récord nominal al que llegó la plaza informal luego de descender hasta los 1.035 pesos por unidad, junto a una ganancia del 9,5 % en un solo día.
Actualmente, Argentina atraviesa una crisis producto de la creciente inflación, que registró en agosto el 124,4 % interanual y un 40,1 % de pobreza en el primer semestre de 2023, mientras lidia con escasez de reservas en el Banco Central.
Además, se suma la constante emisión monetaria de moneda local y la última devaluación del 22 % practicada por el Poder Ejecutivo el 14 de agosto, al día siguiente de las primarias que dieron como ganador al candidato libertario, Javier Milei.
El último ingrediente del cóctel es a quien señala parte del mundo financiero como contribuyente en la nueva subida de los tipos de cambio paralelos que atraviesa el país, Milei, quien en la víspera tachó al peso de «excremento» y pidió a los ahorristas que liquiden sus tenencias locales por dólares estadounidenses.
En este sentido, las distintas asociaciones de bancas privadas en Argentina lanzaron un comunicado reclamando «responsabilidad democrática» que requiere de instituciones «sólidas» y una dirigencia «madura».
«Los candidatos que aspiran a gobernar la cosa pública tienen que mostrar responsabilidad en sus campañas y declaraciones públicas. Evitar hacer declaraciones infundadas que generen incertidumbre en la gente y volatilidad sobre las variables financieras», remarcaron en el documento.
La situación se agrava a sabiendas de que el candidato más votado en las primarias y favorito para alcanzar la Presidencia argentina pretende instaurar un plan económico que dolarice la economía argentina, algo que requiere una devaluación y provoca temor en los ahorristas pesificados que buscan respaldo e inevitablemente hace subir la divisa.
«La inquietud entre los operadores respecto al resultado de las elecciones, así como las preocupaciones del escenario político y económico para la transición hacia el ’10-D’ (por el 10 de diciembre, día en que asume el nuevo Gobierno resultante de las elecciones del 22 de octubre), acumula serios desequilibrios económicos, algo que requerirá de consenso y respaldo para implementar un plan de estabilización», aseguró el economista Gustavo Ber, en su informe del Estudio Ber.