San José, 18 oct (EFE).- El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, afirmó este miércoles que la polémica regulación establecida por su Gobierno para contratar empresas que desarrollen redes de telecomunicaciones 5G, «no tiene nada que ver con China», a pesar de que deja por fuera a las empresas originarias de ese país.
«Hay gente en este país que quiere hacer esto un tema Costa Rica-China, y nada que ver», declaró Chaves en su conferencia de prensa semanal.
El mandatario insistió en que la regulación «no tiene nada que ver con China, Rusia, Irán o Corea del Norte, en particular» y aseveró que realmente «tiene que ver con que los costarricenses tenemos que asegurarnos de que no nos pongan de rodillas» en materia de ciberseguridad.
El Gobierno costarricense emitió el pasado 31 de agosto un reglamento para la participación de empresas en procesos de licitación para el desarrollo de redes 5G y superiores.
El reglamento exige que los países de origen de las empresas hayan suscrito el Convenio de Budapest sobre lucha contra el crimen, del cual China no es signatario, lo que deja fuera de la posibilidad de competir a, por ejemplo, al gigante chino Huawei.
Huawei presentó un recurso ante la Sala Constitucional de Costa Rica, tribunal que analiza el asunto.
El presidente Chaves dijo este miércoles que el objetivo de Costa Rica es adoptar estándares de la Unión Europea, Estados Unidos y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
«Quien venga a poner equipo de 5G tiene que darnos la certeza de que este país no va a ser sujeto a un secuestro cibernético», declaró Chaves.
El descontento de China
El pasado 13 de octubre la embajada de China en Costa Rica calificó como «absurdos e infundados» unos comentarios emitidos por altos funcionarios costarricenses acerca de las normas de ciberseguridad del gigante asiático, y advirtió que ello afecta la relación bilateral y la confianza empresarial.
«Lanzaron comentarios inadecuados sobre el sistema político de China y llamaron al país ‘un país con mayor riesgo en materia de ciberseguridad’. Estos comentarios afectan gravemente la confianza y las expectativas de las empresas chinas para realizar actividades económico-comerciales en Costa Rica y socavan el buen ímpetu de desarrollo de las relaciones bilaterales», indica el comunicado de la embajada.
La embajada hacía referencia a la comparecencia que el día anterior tuvo la ministra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, Paula Bogantes, y su viceministro, Hubert Vargas, en una comisión del Congreso que les citó para que dieran explicaciones sobre la decisión del Gobierno de excluir empresas chinas de la posibilidad de competir por contratos de 5G.
La embajada recordó que durante los 16 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas se han logrado diversos proyectos de cooperación, un tratado de libre comercio y China se ha convertido en el segundo socio comercial para Costa Rica.
«Cuesta entender que Costa Rica haya alegado este convenio para regular el origen de los proveedores de 5G», afirmó la embajada china, que asegura que ese convenio no tiene relación con la ciberseguridad.