Lima, 9 jun (EFE).- El presidente de Perú, Pedro Castillo, celebró la tregua alcanzada este jueves en el conflicto que enfrenta a comunidades campesinas con la gran mina Las Bambas, productora del 2 % del cobre del mundo, que retomará sus operaciones, paralizadas desde abril pasado.
«El Gobierno del pueblo reitera su compromiso de seguir trabajando con diálogo y entendimiento para solucionar los problemas y lograr la paz social en el país. El caso Las Bambas, es un claro ejemplo de que todo se puede lograr con voluntad política y diálogo», señaló Castillo en un mensaje publicado en Twitter.
El gobernante, quien participa en la IX Cumbre de las Américas, que se desarrolla en Estados Unidos, felicitó «la responsabilidad» de las comunidades y de la minera Las Bambas «por el reinicio de sus actividades».
«Estaremos vigilantes a los acuerdos que se logren», remarcó antes de también saludar «el trabajo de los ministros» que participaron en el proceso de diálogo y «durante más de dos meses han demostrado que los intereses del país están por encima de todo».
Castillo sostuvo que «siempre habrá obstáculos», pero dijo que «lo importante es lograr acuerdos que nos permitan avanzar y no detenernos».
«El éxito del Perú es justamente trabajar con voluntad y compromiso, buscando siempre el desarrollo de nuestros pueblos», concluyó.
Las autoridades peruanas anunciaron este jueves un acuerdo de tregua de 30 días en el conflicto entre seis comunidades campesinas y Las Bambas, que opera la china MMG, que podrá retomar desde este viernes el transporte de cobre desde la mina.
Además, se desarrollará un proceso de diálogo para intentar solucionar el conflicto que llevó a los comuneros a bloquear las vías de acceso y tomar terrenos de la mina tras denunciar el incumplimiento de compromisos asumidos por la empresa.
La propuesta de tregua la hizo el presidente de la localidad de Fuerabamba, Edison Vargas, quien dijo que las comunidades buscaban que la mina continúe con sus operaciones mientras se instalan las mesas de trabajo «para una solución integral» a sus reclamos.
El acta suscrita confirmó los términos de ese acuerdo y estableció que las partes se volverán a reunir el 20 de julio próximo «para evaluar los resultados del diálogo», mientras que el Ejecutivo gestionará «la derogatoria inmediata» del estado de emergencia (excepción) que se dictó en la zona cuando se agudizó el conflicto.
El Gobierno también prometió instalar una mesa técnica «para el acompañamiento y seguimiento» de los acuerdos y compromisos que se adopten, mientras que Las Bambas se comprometió «a realizar una evaluación y reestructuración de los funcionarios que participarán en las mesas de diálogo».
El pasado 14 de abril, los pobladores de seis comunidades de la provincia de Cotabambas, en Apurímac, tomaron parte del yacimiento para protestar por una serie de supuestos compromisos incumplidos por parte de la empresa.
Las comunidades afirman que retornaron a sus territorios comunales ancestrales, que vendieron a la minera Xstrata hace diez años, antes del ingreso de MMG a la operación, porque hay, al menos, 126 compromisos de desarrollo social incumplidos hasta la fecha.
Además, reclaman la entrega de 180 hectáreas de tierra para uso agrícola y rechazan que las comunidades de Chila y Choaquere hayan sido excluidas del área de influencia, después de también haber vendido sus terrenos para la operación de Las Bambas.
