Río de Janeiro, 25 feb (EFE).- El presidente de la petrolera estatal Petrobras, Roberto Castello Branco, cuya destitución fue solicitada por el jefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro, destacó este jueves que deja la empresa en su mejor situación en muchos años tras el lucro récord del último trimestre del año pasado.
«La Petrobras de hoy es mejor de lo que era un año atrás», dijo el economista en una teleconferencia para inversores en la que admitió que abandonará el cargo cuando concluya su mandato en marzo próximo y en su primera aparición pública desde la destitución.
«Nuestro compromiso fue terminar mejor de lo que comenzamos y lo cumplimos», agregó el ejecutivo al hacer un balance de sus resultados como presidente de Petrobras, cargo que asumió en enero de 2019 tras la llegada al poder de Bolsonaro.
La petrolera obtuvo en 2019 un beneficio neto de 40.137 millones de reales (unos 7.432,7 millones de dólares), el mayor en su historia para un año tras varias temporadas de pérdidas provocadas tanto por la caída de los precios del petróleo como por el gigantesco escándalo de desvíos de que la empresa fue víctima.
Y en 2020, pese a las enormes pérdidas provocadas por la pandemia de la covid-19, la empresa terminó el año con un inesperado beneficio neto de 7.108 millones de reales (unos 1.316,3 millones de dólares), frente a las proyecciones de que sufriría pérdidas.
Ese resultado obedeció a las ganancias por 59.890 millones de reales (11.090,7 millones de dólares) logradas en el cuarto trimestre, con que compensó las pérdidas provocadas por la pandemia.
El beneficio de Petrobras en los últimos tres meses de 2020 fue el mayor para un trimestre en toda su historia, así como el mayor ya obtenido por una compañía de capital abierto en Brasil.
LUCRO RÉCORD FUE DIVULGADO EN MEDIO DE CRISIS POR DESTITUCIÓN
La divulgación del beneficio récord se produjo en momentos en que la empresa, controlada por el Estado pero que cotiza en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, enfrenta una grave crisis por la decisión de Bolsonaro de cambiar el comando de la compañía.
El líder ultraderechista le pidió a los accionistas de la empresa que destituyan a Castello Branco y que lo sustituyan por el general de la reserva del Ejército Joaquim Silva e Luna, lo que despertó temores de que el jefe de Estado pretende intervenir en la política de precios de la petrolera por motivos electorales y populistas.
La decisión provocó una caída del 21 % de los papeles de la empresa el lunes, que se recuperaron en parte el martes con una subida del 12 %, pese a que el mercado aún mantiene sus temores de que la empresa pueda ser usada electoralmente.
En sus dos años como presidente de Petrobras, Castello Branco promovió la recuperación de la empresa, que acumulaba gigantescas pérdidas y una deuda histórica, mediante una programa de ajuste financiero y de venta de activos no esenciales para que la compañía pueda concentrarse en las actividades de producción en sus gigantescas reservas marinas.
El ejecutivo ya había destacado esos resultados en la carta que envió a los accionistas para destacar los resultados del año pasado.
«Estoy feliz por presentar un informe de desempeño en 2020 con resultado excepcional en un ambiente muy desafiante. En medio de la severa recesión global y de los efectos de un gran choque en la industria de petróleo, prometimos una recuperación. La meta era salir mejor que antes. Y cumplimos», afirmó.
Castello Branco atribuyó el resultado de 2020 a la reducción de los costos, al aumento de la producción y de las exportaciones (ambas récord el año pasado) y a los éxitos del proceso de venta de activos no prioritarios.
REDUCCIÓN DE UNA DEUDA QUE ERA RÉCORD EN DÓLARES
Igualmente destacó que la deuda de Petrobras cayó de 87.100 millones de dólares en 2019 a 75.500 millones de dólares en 2020.
En su teleconferencia con inversores Castello Branco defendió la política de precios de Petrobras, que usa la cotización internacional del crudo y la variación del dólar frente al real como referencia para definir los precios de los combustibles en Brasil, tras las críticas de Bolsonaro, que justificó la destitución como una medida para ofrecer «previsibilidad» y «transparencia».
«Los precios son formados por la oferta y la demanda global y no hay forma de desviarse de eso. La experiencia que tuvimos de huir de la paridad fue desastrosa y Petrobras perdió 40.000 millones de dólares con eso», dijo.
Agregó que los precios de los combustibles en Brasil no son exagerados, que se ubican por debajo del promedio mundial y que, con una empresa con una deuda que era récord en dólares, es imposible pagarla si los precios no están adecuados al cambio.
«Petróleo es una materia prima cobrada en dólar y no hay cómo huir. Si Brasil quiere ser una economía de mercado, tiene que tener precios de mercado», agregó el ejecutivo, que apareció en la conferencia con una camiseta estampada con el popular letrero «Mind de gap» (ojo al desfase), en una alusión a que los precios en Brasil aún no están totalmente alineados con los del mercado mundial.
Al ser interrogado sobre el futuro de la compañía, sin mencionar la destitución, afirmó que prefiere no opinar. «En marzo dejaré el cargo y le corresponde a los que me sucedan decidir y adoptar las acciones para el futuro. Por eso prefiero no opinar nada, pero espero que se mantenga la actual trayectoria virtuosa (de la empresa)», afirmó.