Ciudad de Panamá, 31 jul (EFE).- El presupuesto de Panamá para 2023 presentado por el Gobierno, que es un 6,4 % mayor que el de este año, «carece de contención» del gasto cuando el país necesita de «ahorros sustanciales» y reconducción de recursos para afrontar la creciente crisis social, afirmó este domingo la patronal CCIAP.
El Ejecutivo del presidente Laurentino Cortizo presentó el pasado jueves al Parlamento para su aprobación un presupuesto de 27.162,9 millones de dólares para 2023, un 6,4 % más alto que el «presupuesto estimado de 2022», informó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
La propuesta fue presentada en momentos en que Panamá atraviesa una crisis social, con las mayores protestas en años, derivada del alto costo de la vida y del despilfarro según los manifestantes, gremios y analistas, y con sectores exigiendo transparencia, contención del gasto y un uso racional de los recursos públicos.
Estos sectores claman porque los recursos para sufragar nuevos subsidios y otras medidas para abaratar la gasolina y los alimentos aprobadas por el Gobierno en una cuestionada mesa de diálogo instalada el 21 de julio para aplacar el descontento social, no provenga de más deuda, ya que esta pasó de representar en 2019 cerca del 40 % del Producto Interno Bruto (PIB) al 63 % este año.
A la par de la reducción y congelación temporal del precio de los combustibles y de 10 alimentos básicos, lista esta última que se incrementó a 72 en las discusiones de la mesa de diálogo, Cortizo habló de austeridad y anunció una reducción del gasto del 10 %.
En ese contexto, la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP) dijo este domingo que el proyecto presupuesto de 2023 «carece de contención y control del gasto público, mucho menos de austeridad».
«Reiteramos la necesidad de que se presente cuanto antes la hoja de ruta que refleje una verdadera implementación de las acciones necesarias con respecto a ahorros sustanciales por parte del Gobierno», dijo la patronal, que agrupa a más de 1.700 empresas de 15 sectores económicos.
Según la CCIAP, ello es más apremiante «con las recientes medidas tomadas» de congelación y/o control de precios de alimentos aprobadas en la llamada «mesa única de diálogo», en la que participan el Gobierno y los gremios y sindicatos que impulsan las protestas sin representación de los sectores productivos, las cuales hacen «más incierto aún el futuro del país».
«Creer que es posible adoptar políticas económicas y comerciales sin la participación activa del Sector Privado no solo revela un profundo desconocimiento de cómo funciona la economía, sino que además sus efectos podrían ser diametralmente opuestos a los deseados», alertó la patronal.
La Iglesia católica, mediadora de la mesa, afirmó el viernes que la tensión «ha bajado considerablemente» en Panamá con los «primeros frutos» del diálogo, y sostuvo que el sector privado, junto con otros actores, serán incorporados en una segunda fase del proceso.
«No podemos aceptar que existan soluciones que se estén dando en un diálogo so pretexto de que va a haber una fase dos» que es incierta y en la que entraría el sector privado a no se sabe qué, dijo el viernes el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Rubén Castillo, que tildó la mesa como «un monólogo delirante» que está aprobado mecanismos económicos que solo traen «escasez y precariedad social».