Quito, 22 oct (EFE).- Apelar al turismo nacional, adaptarse y reinventarse, buscar diferenciadores y alianzas con otros destinos, son algunas de las claves que el sector turístico ecuatoriano se ha propuesto para la reactivación tras el desplome provocado por la pandemia del coronavirus.
Así han concluido varios representantes del castigado sector en un encuentro organizado este jueves por la Cámara Oficial de Comercio de España en Quito, en el que la ministra Rosi Prado ha dado algunos signos de optimismo tras estos durísimos meses.
En este momento, «estamos más o menos en un 10 %» de los turistas que recibimos en 2019, dijo Prado a Efe tras el evento virtual, al asegurar que sin ser el mejor de los datos, significa que «estamos en la ruta correcta».
Recordó que Ecuador, uno de los países más castigados al iniciarse la pandemia pero ahora con niveles de contagio relativamente optimistas (906 por cada 100.000 habitantes), ha sido de los primeros del continente en abrir sus aeropuertos.
RESTAURAR LA CONECTIVIDAD
«Definitivamente, lo más importante que hicimos en el Comité de Operaciones de Emergencia fue pedir que nos den la oportunidad para que las líneas aéreas operen en Ecuador. El turismo sin conectividad no funciona en ninguna parte del mundo», valoró sobre un proceso de apertura que comenzó el 1 de junio.
Una conectividad que, cuatro meses después, se ha ido ampliando poco a poco con vuelos de cuatro compañías a Europa (tres de ellas españolas), otras tres a Estados Unidos, más las que cubren rutas con México, Panamá, Colombia y Perú.
«Así que podemos pensar que la situación está marchando», indicó Prado, que puso el ejemplo de una iniciada recuperación en las Islas Galápagos, su principal destino, al que están llegando 1.300 turistas al mes, de un volumen prepandemia de 22.000.
Tímida recuperación que espera que llegue al 20% hacia finales de año, para tener una base sólida con la que impulsar verdaderamente el sector en 2021 y 2022, y regresar cuanto antes a ese 1,6 millones de turistas anuales que tenía Ecuador, para poder seguir creciendo.
Con un aporte de 2.397 millones de dólares, el turismo representó en 2019 un 2,2% del PIB ecuatoriano, y el país estaba en vías de potenciarlo hacia un 4% según el objetivo del Gobierno, con la captación de nuevas rutas y la entrada de seis nuevas aerolíneas entre 2018 y 2019.
Objetivo ahora imposible de cumplir por el desastre ocasionado por la covid-19, cuyas consecuencias demandarán al menos dos o tres años para una completa recuperación.
TURISMO NACIONAL
En el encuentro, el gerente en Ecuador de la agencia Viajes El Corte Inglés, Alejandro Miró, explicó las cinco fases que su empresa se ha planteado en esta recuperación, cuando empiezan a verse los primeros destellos de «alivio» y «aceptación» de la situación, en la que los viajeros empiezan a recuperar «la esperanza» tras asumir que «el mundo ha cambiado».
Es una fase en la que «vuelven a optar por el turismo nacional y se abren a la posibilidad de viajes al extranjero», matizó Miró, quien señala un cierto interés en el mercado ecuatoriano y destinos próximos como Perú, Colombia o el Caribe.
«Pasamos de una facturación creciente a cero, estuvimos así cuatro meses entre marzo, abril, mayo y junio», recordó en declaraciones a Efe el ejecutivo español, reto ante el que tuvieron que «cambiar de estrategia» para «enfocarse en el turismo nacional, en descubrir y recorrer Ecuador».
«Con la pandemia los precios de los alojamientos han bajado en un 40% para atraer turistas, el ecuatoriano lo está aprovechando», destaca.
Con operaciones en el país desde 2013, Viajes El Corte Inglés centraba sus operaciones en «ofrecer a los viajeros ecuatorianos destinos en el exterior» y también «por negocios», consideró Miró quien insiste en la necesidad de reinventarse, adaptarse y apoyar «la marca país», porque la recuperación puede tardar: «Llegar a la misma facturación del 2019 será más o menos en el 2023».
FLEXIBILIDAD, CLAVE DE LA RECUPERACIÓN
En este proceso, coincidieron los ponentes, una de los conceptos básicos es la «flexibilidad» y «capacidad de adaptación», entre ellas, a la hora de poder «cancelar» reservas de todo tipo.
«Flexibilidad de reserva, flexibilidad en fechas y destinos etc», puntualizó Marie Noelle Landázuri, gerente general en Ecuador del grupo Air France-KLM.
Otra consecuencia directa de la pandemia, recordó la ejecutiva, es que a partir de ahora, habrá «más digitalización» en los servicios aéreos, ya introducida en su compañía «para evitar la interacción y el contacto».
También es requerida la búsqueda de acciones conjuntas con los países vecinos en las que Ecuador se presente al mundo en itinerarios conjuntos, como Europa lo hace en otros continentes, concluyó la ministra Prado.
